Policías de la ciudad fronteriza de Tijuana se enfrentan actualmente a una condena de hasta 10 años en una cárcel en Estados Unidos, si se comprueba que estos oficiales mexicanos cruzaron la frontera para encontrarse con personas armadas, las cuales irrumpieron una casa de California para intentar robar un millón de dólares en efectivo.
Los agentes mexicanos y sus cómplices fueron detenidos en un operativo por la Oficina Federal de Investigaciones, mejor conocido por sus siglas en inglés como FBI, en San Diego el pasado 31 de enero.
La Policía en Tijuana no informó de manera inmediata sobre este proceso, por la cual se supuso que los dos policías se encontraban desaparecidos y probablemente asesinados.
Después descubrieron que no estaba ligado a la inseguridad que se presenta en Tijuana actualmente, sino que estaban siendo procesados a una investigación realizada en Estados Unidos, bajo custodia a una célula criminal.
Según la Fiscalía del condado de San Diego, los policías mexicanos fueron a robar un millón de dólares en una vivienda de Chula Vista.
Los policías mexicanos, Marcos Quijas Castillo de 27 años y Jesús Estrada Torres de 34 años y otro cómplice, pasaron la frontera para reunirse con un supuesto cómplice (agente encubierto del FBI) en la tiendas Kohl’s de Chula Vista.
Después de reunirse en Kohl’s, los agentes mexicanos se dirigieron hasta la vivienda de Chula Vista, donde llegó otro cómplice con un código de seguridad de una caja, en la cual se encontraba la llave para ingresar a la propiedad.
Una vez con todas las pruebas, las autoridades de Estados Unidos llegaron al lugar donde detuvieron a todos los involucrados.