Son niños de comunidades indígenas y de Ciudad Valles San Luis Potosí, que se llaman Kevin, Jovanny, Edward, Johan, Bryan o Brayan, nombres que padres de familia quieren poner a sus hijos recién nacidos, pero en la oficialía del Registro Civil tienen que hacer labor de convencimiento para que opten por otros nombres no extranjeros y de fácil pronunciación y evitar en un futuro el “bullying”.
Jannett López Márquez, titular de la oficialía del Registro Civil en el municipio de Xilitla, en San Luis Potosí, dijo que desde hace cinco años, los papás escogen este tipo de nombres para sus hijos recién nacidos, sin embargo, antes de elaborarles el acta de nacimiento, se les orienta para que vean las consecuencias de poner nombres raros, ofensivos, denigrantes o peyorativos, de otros países o impronunciables a sus vástagos.
“La obligación como personal de esta dependencia es hacerles ver que pueden evitar que sus hijos sean víctimas de burlas, señalamientos y hasta daño psicológico cuando estén más grandes; algunos lo toman de buena manera pero otros reaccionan en forma poco amable diciéndonos que no nos importa, que son sus hijos y que pueden ponerles como quieran”.
Un ejemplo, dijo, es el nombre de Edward, que suponemos lo eligen porque así se llama el jardín surrealista que se encuentra en este municipio, el cual es considerado un Pueblo Mágico.
En los últimos meses, en las redes sociales parece que se lleva a cabo una campaña contra “los Brayan, los Kevin, Kimberly y Britany” con memes y mensajes crueles en los que, a los que tuvieron la suerte de ser registrados así se les ha asociado con un estereotipo de criminalidad o son objeto de simple burla porque su apariencia es más mexicana que extranjera.
Con información de Millenio