Según informaron las autoridades, el hombre confesó a la policía que cortó al menor en la garganta y después metió su cuerpo en una bolsa de plástico. El sospechoso fue detenido a unas 60 millas al sureste de Chicago cuando trataba de huir.
La policía de Chicago detuvo a Rolando Ortiz, el papá de Mateo, el niño de dos años que apareció degollado esta semana en Chicago. Según les confesó a los agentes, el hombre de 37 años agredió a su hijo con un cuchillo porque no le dejaba dormir, informó en una rueda de prensa este jueves el comandante Brendan Deeniham.
Se espera que esta misma noche las autoridades presenten cargos en su contra.
La policía encontró el cuerpo de Mateo a las 1:55 pm del miércoles en una bolsa de plástico en el piso de la cocina de un departamento en el tercer piso de la cuadra 2700 de South Avers en el vecindario de La Villita, en el oeste de Chicago.
Las autoridades informaron que el pequeño sufrió de laceraciones provocadas con arma blanca. Las heridas fueron tan graves que el niño fue casi decapitado. El médico forense del Condado de Cook determinó que García murió de una herida en el cuello y su muerte fue catalogada como un homicidio.
El comandante Deeniham aseguró que Ortiz confesó sentirse frustrado porque su hijo lo mantenía despierto corriendo por la casa y le cortó la garganta con un cuchillo.
Cuando el padre se dio cuenta de lo que había hecho, de acuerdo al relato de Deenihan, el hombre hizo un “débil” intento de cortarse las muñecas y huyó del lugar. Se cree que tenía intención de irse a México.
Según la policía, Ortíz llamó a su esposa y no la encontró y fue entonces cuando llamó a su cuñada y le confesó lo sucedido. Ella se puso en contacto con miembros de la familia que vivían cerca y fueron ellos quienes llamaron al 911.
Ortiz fue detenido por el FBI y la Policía del Estado de Illinois después de una parada de tráfico por conducir a exceso de velocidad en el condado de Kankakee, a unas 60 millas al suroeste de Chicago, y fue llevado de regreso a la ciudad para ser interrogado.
“(El niño) no tenía la edad suficiente para tomar una decisión equivocada… solo era un niño cuya confianza y seguridad fue traicionada por un hombre al que no debería tener que cuestionar: su padre”, dijo Eddie Johnson, superintendente de la policía a los medios.
La policía aún está trabajando con la fiscal estatal Kim Foxx para finalizar los cargos. Ortiz no tenía historial criminal previo, según la policía.
En la casa vivían seis niños más pero no estaban al momento de los hechos.
Los vecinos del menor dijeron estar muy consternados con la noticia. “Lo que hicieron con ese niño fue muy cruel. Es una tragedia muy grande”, dijo Caridad Franco.
“Mucha consternación y es algo que no debería estar sucediendo”, agregó Cesar Pichardo, otro residente del área.
Fuente: Univision