En menos de 15 días dio muerte a dos personas de su mismo sexo, con quienes primero sostenía relaciones y luego los asfixiaba hasta matarlos.
Se trata de un joven que sólo identifican como “Cirilo” de 17 años de edad; era tanta su sangre fría que en las camionetas propiedad de sus víctimas se paseaba con los cadáveres buscando un luga para desaparecerlos, pero antes, compraba un galón con agua purificada, la cual tiraba y llenaba los recipientes de gasolina para después rociar los cuerpos con el combustible y prenderles fuego.
El Cirilo fue detenido luego al regresar al escenario de su último crimen, pues quería cerciorarse que su víctima terminara de arder.
Fueron agentes de la Policía Ministerial del Estado los que efectuaron la detención del homicida.
La primera de sus víctimas fue un profesor jubilado, quien se llamó en vida Erasto Castillo Bautista, el cual contaba con 73 años de edad y tenía su domicilio en el fraccionamiento Paseo del Magisterio, donde vivía con una de sus hijas.
También mató al modisto Ricardo Rodríguez Tavera, de 43 años, con domicilio en la zona centro.
El móvil, según el adolescente, es que las victimas primero le pedían “amor” y luego querían hacerle lo mismo y eso ya no le gustaba: “Me querían dar la vuelta”, les dijo a los policías ministeriales.
Con información de: Cadenanoticias.mx