A raíz del surgimiento en la entidad de los llamados “Recibos Locos”, en donde usuarios han manifestado pagar excesivas cantidades de electricidad, te dejamos las siguientes recomendaciones para detectar fugas eléctricas en tu hogar.
Detectar una fuga de agua es fácil. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la electricidad.
Tu casa puede tener una fuga de electricidad sin que te des cuenta.
De hecho, según los expertos, si la fuga es pequeña, podrías pasar meses sin detectarla.
Pero un día te llega un recibo de luz donde te enteras que estás dentro de la Tarifa de domicilio de alto consumo, y ahí empiezas a pagar el error de no haber detectado esas fugas a tiempo.
Si tu cuenta de luz es más alta de lo que crees que debería ser, o si se ha cambiado mucho y sospechas que algo está mal, es el momento de comprobar si hay fugas de electricidad.
Lo primero es verificar los electrodomésticos nuevos como televisores, computadoras y similares. La mayoría de esos dispositivos electrónicos gasta energía cuando están en “standby” o cuando están en “off”.
Esto significa que cuando se enciende el interruptor, el equipo se enciende al instante, sin esperar siquiera un momento a que se caliente. En términos reales, estás pagando continuamente, las 24 horas del día por los 30 a 60 segundos en que tarda en calentarse cada equipo
Sin embargo, muchas computadoras, televisores, microondas, receptores y cualquier otro equipo utilizan un reloj digital o una luz para saber cuándo están apagadas.
Con eso puedes controlar lo mucho que estás pagando porque nunca le das uso, a excepción de los dos segundos que se tarda el aparato en funcionamiento cuando lo enciendes. Casi 10% del consumo de electricidad residencial se pierde con estos aparatos.
Para obtener una buena idea de la cantidad de electricidad que se va en las fugas, comprueba primero tu medidor y observa qué tan rápido se está moviendo.
Vuelve a tu casa y desconecta todo.
Apaga computadoras y laptops, desconecta el horno de microondas y el televisor. No sufrirán daño.
Cuando tengas todo desconectado, vuelve a salir y mira el medidor de electricidad. Debe estar detenido. Si no es así es porque algún otro equipo está conectado. Regresa y encuéntralo.
No te olvides de la caja de la TV cable, el contestador automático, alarmas, teléfono inalámbrico, impresora y cualquier cosa que se conecte a la energía eléctrica.
Cuando lo encuentres, desconéctalo y comprueba asegurándote que el medidor se haya detenido.
Cuando se detenga el medidor, vuelve y conecta sólo el refrigerador y el congelador y ve la velocidad a la que el medidor se esté moviendo. Toma un video de esa velocidad.
Luego conecta todo lo que estaba conectado al principio y regresa al medidor.
Deberías ver una diferencia notable en la rapidez con la que está girando. Esa es la cantidad de electricidad que estás perdiendo.
Los nuevos electrodomésticos y aparatos electrónicos utilizan menos electricidad en estado de alerta que los antiguos.
Pero los hogares mexicanos están comprando más y más aparatos eléctricos y cada uno tiene un “costo” de energía que no podemos ver.
Otros factores que desencadenan una fuga son:
1) Una mala instalación eléctrica
2) El robo de energía por parte de algún vecino
3) La falta de mantenimiento en tu instalación si la casa tiene más de 20 años.