Palco de Prensa: La radiografía política
El periódico capitalino El Sol de México, publicó un interesante reportaje, que podría ser considerado como una radiografía política de México.
Se publica en dos partes, la primera el domingo 15 de mayo y la segunda ayer lunes. Replicado por su filial, El Sol de Tijuana. Vale la pena leerlo completo y con detenimiento.
Como la canción de Oscar Athié, “Fotografía”, que habla de un individuo “flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones”. El reportaje trata de exhibir las flaquezas del sistema político mexicano, describiendo a grandes rasgos la decadencia de sus partidos políticos.
Es interesante, pues observa que todos los partidos políticos van a la baja. Que sus militancias han disminuido considerablemente. Que no son lo que parecen. Ni lo que presumen.
La radiografía, es precisamente una fotografía del interior del ser humano. Básicamente del esqueleto. De aquello que no se puede observar a simple vista.
En este caso, los partidos políticos, están a la vista. En este reportaje se advierte que no son tan fuertes como aparentan. Esto, resulta interesante, porque, más que las elecciones en 13 entidades del país, que se celebran este año, lo que realmente llama la atención, es la condición que guarda cada uno de los partidos políticos, en vísperas de las elecciones presidencial del 2018.
Hasta el 2000, poco importaba si los partidos políticos estaban grandotes o chiquitos, fuertes o débiles, parecía imposible que el PRI, algún día fuese desplazado de la Presidencia de la República.
Pero llega el 2000, la foxmanía aprovechó las circunstancias y un vaquero simplón llega a la silla presidencial.
Seis años parecían suficientes, para que el Partido Acción Nacional se perpetuara en el poder. Pero el poder indigestó a los panistas, que solamente alcanzaron a renovarla por un segundo período, al final del cual, concluyó casi en ruinas. Lo dijo el segundo mandatario blanquiazul, Felipe Calderón Hinojosa.
“Hay que reconstruir al partido, piedra sobre piedra”, diría. Pero “haiga sido, como haiga sido”, los daños ocasionados por doce años en la Presidencia de la Republica, fueron más graves de .lo que se observa a simple vista.
Se advierte en el reportaje en mención, que “los registros del padrón del INE, revelan que el blanquiazul es uno de los partidos que más bajas han sufrido en su membresía, sobre todo, después de las últimas elecciones presidenciales”.
“Hay quienes adjudican dicho desplome –se observa- al anuncio hecho en 2012 por su presidente, Gustavo Madero, quien informó que se realizaría el proceso de refrendo y depuración del padrón de los 354 mil 468 miembros activos y un millón 514 mil 106 adherentes panistas, y que al final de cuentas registró una pérdida de un millón 602 mil 528 panistas”.
Pero el “enflacamiento” de los partidos políticos, se ha registrado en los tres más grandes. PRI, PAN y PRD. Por causas más o menos similares.
En la primera parte, se describe : “Marginados o acotados por las dirigencias nacionales de sus partidos, los sectores, representaciones ciudadanas y/o “corrientes de opinión” –reclutadores del “voto duro” o “corporativo”–, han dejado de ser “columna vertebral” para garantizar los triunfos de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), en las elecciones del 5 junio, rumbo a la sucesión presidencial de 2018”.
Refiere que : “Divididos en muchos casos por el malestar, por las decisiones centralistas; abandonados a su suerte y poderes fácticos de los gobernadores en sus Estados y comités directivos locales; desbordados por la aparición de nuevas fuerzas políticas y las candidaturas independientes, diseminadores del voto y captadoras de la inconformidad social y desconfianza en los partidos políticos, los sectores partidistas son ahora punto de preocupación en sus institutos políticos”.
Aunque se refiere al plano nacional, son las mismas “dolencias” partidistas. En todas las entidades, PRI, PAN y PRD, se observan “flacos, ojerosos, cansados y sin ilusiones”.
Las alianzas, entre partidos políticos, algunos casos aberrantes, y el surgimiento de las candidaturas independientes, el debilitamiento de los cotos de poder, el desplazamiento de sus militancias, por supuestos candidatos ciudadanos, son síntomas inequívocos del debilitamiento del sistema político mexicano. El reportaje lo describe bastante bien.
Todo indica que pronto habrá que hacer verdaderos ajustes al sistema electoral mexicano. La política, debe dejar de ser negocio. Los que metan las manos a las arcas públicas, hay que cortárselas. O enviarlos a prisión.
Las elecciones presidenciales del 2018 serán sumamente atípicas. Las de Baja California son una muestra de eso.