¿Cómo te clonan las tarjetas en 2017?
El 72% de las reclamaciones por cargos no reconocidos en tarjetas se llevan a cabo en terminales de cobro en los comercios físicos y el 26% ocurren sin la necesidad de que esté el plástico físicamente (comprar electrónicas y por teléfono), de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Tan solo en el primer trimestre del 2016, el número de reclamaciones por cargos no reconocidos fue de 1.3 millones, de los cuales el 57% fueron por tarjeta de crédito, el 41% por tarjeta de débito y el restante por otros conceptos.
Estas reclamaciones son por concepto de robo o extravío del plástico, la clonación de la banda magnética, las compras remotas o ventas por teléfono o internet, las transferencias electrónicas no reconocidas, el robo de identidad o falsificación de datos personales y las prácticas engañosas para obtener datos en cajeros automáticos, según Condusef.
Esto, además de implicar un molesto trámite, afecta nuestra economía. Ante esto, solo podemos informarnos y prever.
1.- Con la manera “clásica”
En este caso, los datos son recolectados de manera manual en el momento en el que pagas en un establecimiento comercial. Cuando se llevan tu tarjeta para pasarla por la terminal, los defraudadores apuntan sus datos, así como el nombre que viene en la tarjeta. Te recomiendo que cada vez que pagues con tu plástico pidas que te lleven la terminal a tu lugar y en caso de que no se pueda, los acompañes a pagar. Es básico: nunca pierdas de vista tu plástico.
2.- Con sitios o correos fraudulentos
En la web existen sitios fraudulentos a través de los cuales tus datos son almacenados sin tu consentimiento. Los delincuentes usan esta información para realizar cobros sin autorización.
Algo muy similar al ‘phishing’, que es cuando te envían un correo electrónico con alguna promoción muy atractiva, supuestamente de parte de alguna entidad financiera legítima, pero en realidad solo es un engaño para capturar tus datos.
Para estos casos, la Condusef te aconseja verificar la seguridad de los sitios web en los que hagas compras electrónicas. Asegúrate de que cuenten con certificados reales de seguridad y de leer el aviso de privacidad que, en la mayoría de los casos, están en la parte baja de los sitios (footer).
En el caso de que te llegue algún correo de parte de un banco u otra institución, comunícate a algún número oficial y pregunta si la promoción o la oferta es verdadera, antes de dar tus datos.
3.- Con dispositivos
Un ejemplo. Existe un aparato llamado Contactless Infusion X5 que clona hasta 15 tarjetas por segundo, según el sitio especializado en tecnología Gizmodo. El dispositivo no necesita estar en contacto con el plástico, por lo que adquirir tu información es una tarea muy fácil. Este puede ser adquirido en el mercado negro y puede clonar casi cualquier tarjeta. La única “limitante” es que necesita estar a un mínimo de ocho centímetros de las mismas.
Los datos biométricos, ¿la solución?
Ya en varios teléfonos móviles y aplicaciones puedes aprobar pagos con tu huella digital.
Este tipo de autentificación es conocida como pago con datos biométricos y está disponible en varios dispositivos, gracias a que los fabricantes trabajan en conjunto con las compañías de tarjetas para garantizar la mayor seguridad posible. Este sistema funciona mediante aplicaciones a las cuales vinculas tu tarjeta y, a la hora de pagar, solo usas tu huella dactilar, evitando así cargar con tu plástico, firmar o tener efectivo. Por desgracia, los hackers siempre encuentran una manera de burlar la seguridad.
Te recomiendo que seas muy cuidadoso a la hora de realizar pagos de manera digital, cuida mucho tus datos y no se los compartas a nadie o lleva un registro de a quién se los diste. Por último, hay muchos bancos que te ofrecen servicios de seguridad extra para tus tarjetas de crédito, como notificaciones, aprobaciones por NIP y hasta la generación en tiempo real de una clave única en un dispositivo independiente. Antes de elegir una tarjeta de crédito, fíjate qué candados tiene o qué mecanismos de seguridad te ofrecen.
Con información de FORBES