Son trece las personas que trabajan como mecánicos para la Central de Bomberos de Tijuana, pero una de ellas tiene una particularidad que hace su trabajo más especial: es invidente.
Se trata de Adrián Valenzuela Solano, un hombre que, a pesar de su ceguera, puede armar un motor en cuatro horas; una hora más de las tres que necesita un profesional para lograrlo.
Sin embargo, eso no fue impedimento para que se superara y dedicara su vida a reparar unidades de bomberos.
Cuando Adrián estudiaba la secundaria, un profesor lo animó a aprender las partes del motor; a partir de ahí Adrián se ha seguido preparando.
“Eso fue la base para mí, y yo he puesto mi granito de arena para seguir prosperando, tratar de actualizarme”.
Es gracias a sus manos que detecta los desgastes en las unidades, así como conocer las medidas de las herramientas que le permitirán montar y desmontar los motores.
Su familia es la fuerza que lo alienta para continuar: lleva veinte años de matrimonio y tiene dos hijos, uno de 16 años y una niña de 7.
Adrián está orgulloso de pertenecer a Bomberos Tijuana desde hace seis años y llega cada mañana a bordo de un taxi de ruta para trabajar en la institución.
“Es un privilegio y un orgullo ser parte de toda una institución que salva vidas y propiedades. Es motivacional para mí”.
Adrián es, sin duda, una pieza importante para la ciudad de Tijuana.
Con información de Televisa Tijuana