Ambos pacientes se sometieron al trasplante de médula para tratarse cánceres de sangre, recibiendo células madre de donantes con una inusual mutación genética que evita que el VIHse afiance.
“Al conseguir la remisión en un segundo paciente usando un método similar, demostramos que ‘el paciente de Berlín’ no era una anomalía”, dijo el autor del estudio Ravindra Gupta, profesor de la Universidad de Cambridge, mencionando a la primera persona que se curó.
Millones de personas infectadas con el VIH en todo el mundo mantienen la enfermedad bajo control con la llamada terapia antirretroviral (ARV), pero el tratamiento no libra a los pacientes del virus.
En este momento, la única forma de tratar el VIH es con medicamentos que frenan el virus, que las personas deben tomar durante toda su vida.
“Esto plantea un desafío particular en los países en desarrollo”, donde millones aún no reciben un tratamiento adecuado, agregó.
Cerca de 37 millones de personas viven con el VIH en todo el mundo, pero solo el 59% recibe ARV.
Casi un millón de personas mueren cada año por causas relacionadas con el VIH, a lo que hay que añadir la preocupación creciente por una nueva forma de virus resistente a los medicamentos.
Gupta y su equipo enfatizaron que el trasplante de médula ósea, un procedimiento peligroso y doloroso, no es una opción viable para el tratamiento del VIH.
Pero un segundo caso de remisión y posible cura después de un trasplante de este tipo ayudará a los científicos a reducir el rango de las estrategias de tratamiento, dijeron.
Tanto el paciente de Londres como el Berlín recibieron trasplantes de células madre de donantes portadores de una mutación genética que impide la expresión de un receptor del VIHconocido como CCR5.
Encontrar una forma de eliminar el virus por completo es una prioridad mundial urgente, pero es particularmente difícil porque el virus se integra en los glóbulos blancos.
El estudio describe a un paciente masculino anónimo de Gran Bretaña que fue diagnosticado en 2003 y ha estado en tratamiento antirretroviral desde 2012.
Ese mismo año, le diagnosticaron un linfoma de Hodgkin avanzado, un cáncer mortal. Se sometió en 2016 a un llamado trasplante de células madre hematopoyéticas de un donante con dos copias de una variante del gen CCR5, portada por aproximadamente el 1% de la población mundial.
El CCR5 es el receptor más utilizado por el VIH-1.
Las personas que tienen dos copias mutadas de CCR5 son resistentes a la mayoría de las cepas del virus VIH-1, lo que frustra los intentos del virus de ingresar en las células.
Al igual que con el cáncer, la quimioterapia puede ser efectiva contra el VIH, ya que mata las células que se están dividiendo.
Pero reemplazar las células inmunitarias con aquellas que no tienen el receptor CCR5 parece ser clave para evitar que el VIH se recupere después del tratamiento.
Después del trasplante de médula ósea, “el paciente de Londres” permaneció en tratamiento con ARV durante 16 meses, momento en el que se suspendió.
Desde entonces, las pruebas regulares no detectaron carga viral en el paciente.
“El paciente de Berlín”, que más tarde se identificó como Timothy Brown, tratado por leucemia, recibió dos trasplantes y se sometió a irradiación corporal total, mientras que el paciente británico recibió solo un trasplante y una quimioterapia menos intensiva.
No quería ser la única persona en el mundo que se curó del VIH. Quiero dedicar mi vida a apoyar la investigación y buscar una cura de curas para el VIH.
El equipo de investigación presentará los resultados en una conferencia en Seattle (noroeste de Estados Unidos).
“El segundo caso fortalece la idea de que es factible hallar una cura”, dijo a la AFP Sharon R Lewin, directora del Instituto Peter Doherty para Infecciones e Inmunidad de la Universidad de Melbourne.
Un trasplante de médula ósea como cura no es viable. Pero podemos tratar de determinar qué parte del trasplante marcó la diferencia y permitió a este hombre dejar de tomar sus medicamentos antivirales.