La actriz lo demostró en su más reciente participación en la pantalla grande.
Atrás quedó esa era del cine mexicano en el que se representaba a la mujer como el sexo débil. Así lo demuestra la cinta “Loca por el trabajo”, la cual es protagonizada por la mexicana Bárbara de Regil, quien rompe con el estándar de la mujer abnegada y muestra la realidad de una mujer actual, que tiene que encontrar el balance entre el trabajo, la pareja y su familia.
Después de protagonizar con gran éxito la adaptación mexicana de la serie “Rosario Tijeras”, De Regil llega al cine con un personaje de igual fortaleza, abordado desde el ángulo de una mujer profesionista, que después de una gran prueba de vida tiene que reorganizar las prioridades verdaderamente importantes que en el camino al éxito perdió de vista.
“A mí me encanta hacer a mujeres fuertes y que son guerreras. Esta mujer empieza neurótica y que nada le parece, pero después me gusta mucho su capacidad de entender que puede cambiar. Es una mujer que busca estar bien y busca estar mejor. Amé que al final busca encontrar ese balance en su vida. Eso me fascinó”, señaló la actriz.
Con 31 años, Bárbara de Regil se ha convertido en una de las caras más populares dentro de la televisión mexicana, pues su primer protagónico en telenovela Bajo el alma, la colocó en el radar de los productores, abriéndole las puertas en nuevos proyectos televisivos como Amor cautivo, Secretos de familia, Así en el barrio como en el cielo y El gran Torino.
En Loca por el trabajo de Luis Eduardo Reyes, comparte créditos con Regina Blandón, Alberto Guerra y Marianna Burelli, quien aseguró que, a su parecer, uno de los grandes aciertos de la película fue que “los personajes que ya no están siendo estereotipados en el cine, se están haciendo personajes femeninos más complejos. Es bonito que la escritura tanto en México como a nivel mundial se está abriendo y haciendo un entrelazado mucho más fino”.
La cinta aborda los temas tabú y poco tocados en el cine, como la sexualidad femenina, desde un punto que, la insatisfacción puede llevar a una separación de la pareja sin tener como consecuencia una infidelidad. Pues desde el punto de vista de Alberto Guerra “cada personaje asume su responsabilidad en los problemas”.
“Cuando tu lo ves y le quitas un poco las capas a esto, no es que sea culpa de él, pero tiene mucha responsabilidad. Es decir, que este hombre nunca le haya generado un orgasmo a esta mujer. Están casados, tienen hijos y cuantas veces han pasado por una cama juntos. ¿Cómo tiene que ser esa relación sexual para que ella esté tan mal? en ese sentido, creo que siempre se ha visto desde el otro lado”, explicó.
Fuente: La Voz de la Frontera