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Etiqueta: gastan

Según estudio, los mexicanos gastan 1 de cada 5 pesos en cerveza

El estudio Out of Home, de Kantar Worldpanel, expone que 1 de cada 5 pesos que gastan los mexicanos fuera de casa es para cerveza.

El informe revela que el 77 por ciento de lo que gastan los mexicanos en cerveza es para consumirla fuera de casa.

“Durante el último año, todos los mexicanos han consumido algún alimento o bebida fuera de casa. En lo que más gastan es en bebidas no alcohólicas como agua, café y refresco, a las que se destinan 43 de cada 100 pesos, seguido de cervezas que representan el 17 por ciento (1 de cada 5 pesos) y botanas un 12 por ciento.

También señala que la generación X, de entre 38 y 57 años, consume más cerveza fuera de casa que los millennials, de entre 16 y 36 años.

“Los mayores de 40 años son los que más gastan en cerveza y acostumbran a tomarla acompañados de grupos grandes, de más de 6 personas, ya sean familiares, compañeros de la oficina o en comidas de negocios. 7 de cada 10 veces que la toman es en reuniones sociales principalmente en fin de semana”.

Mariana Cruz, Manager Usage y Out of Home de Kantar Worldpanel, dice que: “beber cerveza es una forma de convivir aunque también es un placer solitario, aunque muchas de esas ocasiones se hace viendo la televisión”, dijo en un comunicado

Además, el análisis muestra que la generación X prefiere las opciones light u obscura, así como las versiones compuestas (con limón, clamato o tipo michelada).

En 2016, Ofertia expuso que al 42 por ciento de los mexicanos les gusta beber cerveza y que gastan en promedio 158 pesos a la semana en su consumo y 33.10 pesos por pedir una cerveza en un bar (la cifra puede variar dependiendo del nivel socioeconómico y poder adquisitivo).

Fuente: El Financiero

Gastan hasta 15 mil dólares en fiestas de ‘Quinceañeras’ en Estados Unidos

Mónica tiene apenas 15 años, pero dice que lleva toda la vida esperando por este momento.

Es un sábado caluroso en la ciudad de Los Ángeles y la adolescente por fin se ve convertida en lo que anhelaba ser, así fuese por un día: una princesa.

Lleva un vestido abultado de tul celeste, su pelo está arreglado con minuciosas ondas y el maquillaje la hace ver mayor. Mientras entra a la capilla, turistas y caminantes le piden sacarse fotos con ella.

Pero ser “princesa” viene con un precio, a menudo sobre los miles de dólares.

“Gastamos casi US$9.000 y trabajamos horas extra durante un año completo para esto”, cuenta su madre, Adriana, que es gerente en una empresa de préstamos a corto plazo.

“Es una tradición hispana que tenemos de nacimiento y cuando tenemos hijas celebramos sus quinces”, dice con una sonrisa.

A esa tradición le llaman “Quinceañera” y se celebra con distintos matices en la mayoría de los países latinoamericanos.

Pero en México es especialmente rimbombante y además de la fiesta se celebra una misa católica en la que el sacerdote bendice a la adolescente en su camino hacia la adultez.

En Estados Unidos, lejos de perderse, la costumbre está muy vigente, especialmente en el oeste y centro-oeste del país, donde las comunidades mexicanas y centroamericanas son numerosas.

En el país norteamericano, además, se ha desarrollado una industria millonaria en torno al festejo que, según señalan conocedores, supera a la existente en México.

El gasto promedio de una sola celebración está entre los US$10.000 y US$15.000, apunta Norma Capitanachi, directora en Los Ángeles de la revista Quinceañeras Magazine, quien además organiza una feria anual de productos dedicados exclusivamente a este evento.

Con esa suma, podría invertirse en un automóvil o en un fondo para la matrícula universitaria en el futuro, pero muchos prefieren destinarlo a este evento.

“La propia industria ha inventado nuevas tradiciones: carruajes con caballos, robots,dj’s con bailarinas, arreglos florales carísimos. Quien tiene más dinero, pues invierte más”, explica.

Mónica desfila por el pasillo de la capilla y todos se levantan a rendirle reverencia. Si su vestido fuese blanco, podría pensarse que es una novia y no una quinceañera.

El templo que escogió para hacer la misa no es cualquiera. La iglesia Nuestra Señora Reina de Los Ángeles, en el centro de la ciudad, tiene una larga tradición recibiendo a adolescentes que cumplen 15 y, por eso, es uno de los sitios más demandados.

Reservar la capilla para ella sola durante unos 45 minutos costó US$600, pero Adriana dice que valió la pena, pues siempre tuvo el anhelo de que su hija recibiera la misa de sus 15 años en ese lugar.

“Acá hice la primera comunión y la confirmación. Es un lugar importante para la familia”, me cuenta.

Tanto así, que se trasladaron desde la ciudad de Las Vegas, donde residen, a Los Ángeles, para celebrar el cumpleaños en este lugar.

“Pediremos a la Virgen por ti que hoy haces tu consagración”, le dijo el cura a la joven. “Sé obediente con tus padres; tienes derechos pero también obligaciones”, prosiguió en su discurso.

Dejada atrás la solemnidad, Mónica se subió a una limosina con su familia y después compartió con amigas en un party bus, una furgoneta acondicionada con música.

De noche y ya en el salón, donde la esperaban poco más de 150 invitados, la acompaño en un recorrido por el sitio, decorado con centros de mesa de flores azules y un pastel de tres pisos.

Me señala una canasta llena de decenas de miniaturas de vírgenes de Guadalupe y me explica que son recuerdos “para los padrinos” al finalizar la fiesta.

Su abuelo Juan, de 60 años y que trabaja como mesero de banquetes, asumió los costos más altos de la celebración. Pero sin la ayuda de otras 23 personas, no hubieran podido pagarla.

Los padrinos

Esos son los padrinos a los que se refiere Mónica. Son familiares y allegados que aportan dinero hasta para lo más mínimo.

“Ayudaron con el salón (que es lo más caro), con el pastel, la limosina, el vestido, que es lo más importante, las zapatillas, la bebida, la comida…”, enumera Mónica.

Entre los servicios que ayudaron a costear está el del fotógrafo Miguel Carrazco, que por unos US$600 acordó hacerles retratos, sesión de fotos y un video de dos horas.

Carrazco es mexicano, lleva seis años en el negocio y los eventos que más hace son las quinceañeras.

“Lo de los padrinos es una costumbre muy típica de los mexicanos, no se ve como una carga para otros familiares ni para los amigos. Hay padrinos hasta de uñas postizas”, dice.

El hermano de Carrazco trabaja exactamente en lo mismo que él, pero en México. Miguel asegura que consigue “muchos más trabajos en Los Ángeles” que su hermano en su país de origen.

“Es muy distinto el poder económico aquí. Es una industria que maneja mucho dinero, y hay gente que se endeuda para poder hacer estas fiestas”.

Mientras bebe un refresco durante un tiempo de descanso, Carrazco recuerda el caso de una clienta que perdió su trabajo justo cuando ya había reservado una celebración “de alto lujo” para su hija en sus 15 años.

Por lo general, se firman contratos con los salones y se penaliza con dinero a los que cancelen su reservación.

“Me tocó a mí llevar a varios de los invitados en mi auto porque no tenían cómo pagar más nada excepto el salón”, cuenta.

Mientras Carrazco vuelve a su jornada, suena de fondo el “Vals de las mariposas”, un clásico en estos festejos, y el animador llama por micrófono a los 23 padrinos para que bailen uno por uno con la cumpleañera y su chambelán (una especie de acompañante de honor), como un reconocimiento a sus aportes.

Como Ivette Yuja, una abuela hondureña de 60 años que está aportando US$5.000 al “Quinceañera” de su nieta, aunque su hija está asumiendo el resto de los costos (nada más el salón y la comida suponen US$15.000).

“Los mexicanos buscan padrino para todo. Pero yo digo, si usted quiere hacer una fiesta es porque tiene y puede. Si no, por qué va a estar molestando a la gente”, dice Yuja en una tienda de vestidos en el centro de Los Ángeles.

El almacén es uno de decenas que se reparten a lo largo de varios callejones en pleno centro de Los Ángeles, donde suelen ir las adolescentes a comprar sus vestidos o a mandarlos a hacer a la medida.

Coser uno toma entre dos y tres meses y los clientes pueden gastar hasta US$2.000 solo en el traje, explica Robert Díaz, gerente de la tienda.

A su lado, la nieta de Yuja se prueba su vestido color rosa pálido y sonríe de la emoción. Su abuela, que pagó por el traje, no comparte la algarabía.

“Esto es un gasto innecesario. Se hubiera podido ir a Europa a pasear, o comprarse un carro”, reclama.

“Pero ella dice que es lo que ella quiere y que no es mi fiesta”, sentencia a carcajadas.

Quinceañeras “influencers”

Las demandas de fiestas cada vez más grandes y extravagantes han hecho que existan ferias dedicadas exclusivamente a la celebración de los 15 años.

En estados como California y Texas, se organizan eventos en los que, además de vendedores, hay concursos de belleza y rifas.

En el que organizó la revista Quinceañera Magazine a mediados de agosto en Los Ángeles, decenas de familias acudieron en búsqueda de las mejores ofertas, aunque también de las novedades en cuanto a decoración y entretenimiento.

Norma Capitanachi, directora de la revista, dice que la mayoría de los asistentes son de origen mexicano, pero que en los últimos años ha observado un creciente interés de familias afroestadounidenses o de origen europeo, que ni siquiera hablan español.

Atribuye el fenómeno a la exposición que ha tenido la tradición mexicana con la transmisión de reality shows del tema en EE.UU. y el auge en redes sociales de quinceañeras que documentan el evento y ganan miles de seguidores.

“La tradición está lejos de morir aunque aumenten las generaciones de latinos nacidos en Estados Unidos”, apunta Capitanachi.

Mónica y su madre son solo un ejemplo de cómo esta costumbre mexicana sigue muy presente, aunque implique gastar miles de dólares.

*El contenido de páginas externas no es responsabilidad de la BBC.

Fuente: BBC

Así gastan los diputados su millonario seguro médico

Los privilegios de los diputados federales no terminan. El seguro de gastos médicos mayores para proteger los tres años a los diputados federales de la 63 Legislatura costará más de 161 millones de pesos a los mexicanos.

Además de amparar a los diputados federales en funciones, la póliza también protege a su cónyuge, concubina o pareja del mismo sexo, hijos menores de 25 años y padres.

De acuerdo con la póliza, que provee Grupo Nacional Provincial (GNP), esta prestación tiene una suma asegurada de hasta 120 mil pesos por beneficiario y también los ampara ante una eventualidad en el extranjero.

Los 161 millones de pesos que costará este seguro es superior por casi 17 millones de pesos (11.70%) a la póliza que pagó la anterior Legislatura, debido a que en aquella ocasión se gastaron más de 144 millones 514 mil pesos.

En promedio, a los mexicanos dicho seguro tiene un costo mensual de más de 4 millones 383 mil pesos.

Fuentes de Comunicación Social de la Cámara Baja justificaron la contratación de este seguro y explicaron que fue más caro debido a la inflación anual; argumentaron que se contempló el precio más bajo de las propuestas que se hicieron en esta licitación: una rondaba los 197 millones de pesos y otra, 262 millones de pesos.

Explicaron que aún falta esperar ahorros por la devolución de las primas no devengadas que GNP hará a la Cámara de Diputados por la disminución de siniestralidad. Asimismo, se debe esperar la devolución de primas pagadas por concepto de los movimientos al padrón de asegurados (bajas).

Para este seguro, la Cámara hace pagos anuales por el total del dinero pactado, aunque haya diputados que rechazaron este beneficio, y al final de cada ejercicio, GNP realiza una devolución por las primas no utilizadas.

Padecimientos.

Entre los padecimientos que ampara dicha póliza, que fue adjudicada el año pasado, están: tratamientos por accidentes, diabetes, cáncer, radioterapia, inhaloterapia, medicina hiperbárica, fisioterapia, quimioterapia y tratamientos reconstructivos por un accidente o enfermedad que cubra la póliza.

Asimismo tratamientos médicos o quirúrgicos de nariz y senos paranasales, amígdalas, adenoides, hernias abdominales, discales, hiatales, inguinales, crurales y umbilicales.

Tumoraciones mamarias, padecimientos anorrectales, prostáticos y ginecológicos, várices, insuficiencia de piso perineal, colecstitis, cataratas, litiasis renal en las vías urinarias y circuncisión. También operaciones para corregir la miopía, hipermetropía y astigmatismo.

Además, cubre la habitación de un cuarto privado estándar hasta por tres mil pesos mensuales, una cama extra para un acompañante durante el tiempo en el que el asegurado se encuentre internado en el hospital.

Incluso, los ampara con los medicamentos adquiridos dentro y fuera del hospital, siempre y cuando sean prescritos por los médicos tratantes y los honorarios de los médicos que intervengan en alguna operación, las consultas médicas y las visitas post-operatorias. Además, los gastos de transporte de ambulancia.

De manera paralela, ampara a los diputados y sus familiares con coberturas de parto normal o cesárea en territorio nacional, abortos involuntarios, amenazas de abortos, anemias, complicaciones en la cesárea y complicaciones en esta intervención.

Sin embargo, la póliza acota que los padecimientos congénitos o nacimientos prematuros a consecuencia de alcoholismo o drogadicción de los padres del recién nacido quedan excluidos.

Daños siquiátricos.

El documento en poder de EL UNIVERSAL especifica que también se cubrirán los gastos derivados de trastornos mentales que sean a consecuencia de cáncer (cualquier tipo en fase terminal), accidente vascular cerebral, infarto al miocardio, insuficiencia renal e intervención quirúrgica por enfermedad de las arterias coronarias. O haber sufrido un asalto, secuestro o violación.

La póliza especifica que no serán cubiertos los gastos de estudios o tratamientos médicos o quirúrgicos como: estéticos, de calvicie ni cirugía para cambio de sexo. Tampoco tratamientos para la fertilidad, esterilidad, control natal ni ninguna de sus complicaciones.

Tampoco tratamientos médicos o quirúrgicos realizados por quiroprácticos, naturistas, vegetarianos y de acupuntura, efectuados por personas sin cédula profesional ni cualquier padecimiento relacionado con hormonas para el crecimiento.

“Enfermedades o accidentes que sufra el asegurado ocasionados por culpa grave del mismo, a consecuencia de la ingesta de bebidas alcohólicas o bajo los influjos de drogas, narcóticos o alucinógenos, en los cuales dicho estado influya en forma directa para la realización del accidente o enfermedad, salvo que éstos hayan sido prescritos por un médico legalmente facultado”, describe la página 15 del documento.

Ni tampoco el intento de suicidio o mutilación voluntaria, actos delictivos intencionales o peleas en que participe directamente el asegurado.

EL UNIVERSAL publicó en febrero del año pasado que la Cámara de Diputados aseguró la vida de sus 500 legisladores por los próximos tres años, y en caso de que fallezca alguno de ellos —por muerte básica o accidental—, su familia recibirá la suma asegurada de más de 5 millones 159 mil pesos.

El documento establece que habrá “doble indemnización por muerte accidental”; es decir, más de 10 millones de pesos cuando haya de por medio un accidente de avión, siempre y cuando el asegurado viaje en calidad de pasajero y en vuelos que cuenten con certificado de aeronavegabilidad vigente y su tripulación cuente con licencia vigente para operar ese tipo de aeronaves. La muerte en caso de asalto se considera en la póliza como accidente.

La muerte accidental colectiva plantea un pago triple de indemnización —15 millones— por muerte accidental colectiva cuando el asegurado viaje como pasajero en cualquier vehículo público que no sea aéreo o marítimo, operado sobre una ruta establecida para el servicio de pasajeros con boleto.