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La poligamia ha existido en todo el mundo durante siglos. El poliamor se describe como el deseo de relaciones íntimas con más de un compañero.

Sin embargo, a diferencia de engañar a su pareja, aquellos en relaciones poliamorosas son claros acerca de sus intenciones desde el principio.

Mary Crumpton es un ejemplo del valor que puede encontrar en el poliamor, pues está casada con un hombre, mientras está comprometida con otro, además de tener dos novios.

“Me criaron en un hogar bastante tradicional. Tenía novios y era monógamo. Tener más de un compañero nunca cruzó mi mente”. “En mis veinte años, me casé y me establecí en Chorlton con la intención de estar con mi esposo de por vida”. “Al paso del tiempo eso cambio”, dijo Crumpton.

“A veces tenía sentimientos por otras personas, pero me sentía culpable por hacerlo y simplemente lo tomé como una señal de que no amaba a mi marido lo suficiente. Cuando el matrimonio no funcionó, conocí a otra persona y empecé una relación monógama con él “.

“La idea de amar a más de una persona podría no ser un ser humano terrible se me ocurrió cuando, en un pub, me topé con una persona que tenía más de un compañero”, mencionó Crumpton.

“Nunca lo había encontrado antes, o el término ‘poliamor’ que significa ‘amor más que uno’. Me sorprendió bastante y sentía curiosidad por cómo funcionaba todo para ellos “.

Cuando conoció a esta persona, estaba con su pareja en ese momento. Para su alivio, él también sentía curiosidad por la práctica. Sin embargo, la pareja no decidió romper su relación monógama todavía.

Años más tarde, Crumpton planteó la idea. Ella le sugirió a su pareja que probaran lo que es estar en una relación abierta, una relación consensuada no monógama entre dos personas. Estuvo de acuerdo y ambos encontraron un compañero adicional cada uno.

Actualmente, está casada con Tim, de 43 años, y tiene un novio con el que tendrá una ceremonia de compromiso en Chorlton Unitarian Church. Además de esto, Crumpton está saliendo con dos hombres diferentes, Michael, de 63 años, y James, de 73.

Afirma que cohabitar con dos de sus parejas tiene muchas ventajas. “Una de las cosas hermosas de una vida con más de un compañero es que no hay presión sobre una persona para suplir todas mis necesidades. Mi esposo Tim y yo compartimos el entusiasmo por el ecologismo y todo lo que eso conlleva, como los coches eléctricos y el veganismo”.

Fuente: San Diego Red