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Etiqueta: envejecimiento prematuro

Hábitos que ocasionan envejecimiento prematuro

Muchas veces, debido a nuestros malos hábitos, la edad metabólica de nuestro cuerpo o la apariencia de nuestra piel puede no corresponder a nuestra edad real, a esto se le conoce como envejecimiento prematuro.

Aquí te decimos cuáles son algunos de los peores hábitos para tu organismo y tu piel para que evites hacerlo en la medida de lo posible, tu cuerpo te lo agradecerá.

1. Llevar una vida sedentaria: El sedentarismo favorece la pérdida de masa muscular, lo cual hace que nuestro cuerpo tenga una edad fisiológica de alguien mayor. Además incrementa el riesgo de muerte prematura de acuerdo con un estudio publicado en los Anuales de Medicina Interna (E.U)

2. Mala alimentación: Una de las principales consecuencias de la mala alimentación es la obesidad y uno de los efectos más graves de esta enfermedad es el envejecimiento prematuro de órganos, tejidos y del funcionamiento metabólico en general, tal como revela un estudio de la revista Scielo.

3. Consumir altas cantidades de azúcar: El consumo elevado de azúcar no sólo envejece al organismo debido al sobreesfuerzo que hace para llevar a cabo el control metabólico de los azúcares, sino que también promueve el envejecimiento celular de los tejidos. Esto debido a que afecta el proceso de copiado del ADN, lo que provoca muerte celular, según explica un estudio de la Universidad de California de San Francisco.

4. Fumar: Fumar durante 10 años seguidos acelera hasta 2 años y medio el desgaste de la piel. Esto se debe a que cada cigarro contiene aproximadamente dos billones de radicales libres responsables del proceso continuo de oxidación y envejecimiento prematuro. Además, el tabaquismo también provoca la disminución de la circulación sanguínea en todos los tejidos, resta  elasticidad de la piel, acelera la aparición de marcas de expresión, reseca la piel y reduce su capacidad de recuperación, tal como señala la doctora Marta Banqué del Servicio de Epidemiología y Evaluación del Hospital del Mar (Barcelona) en un comunicado de la farmacéutica Pfizer.

5. No dormir bien: En un ensayo clínico científicos del Hospital de la Universidad Case Medical Center encontraron que la calidad del sueño afecta la función de la piel y el envejecimiento. El estudio reveló que quienes no dormían la cantidad de horas suficientes tenían más signos de envejecimiento de la piel y una recuperación más lenta ante los daños causados por el ambiente y por la radiación ultravioleta (UV).

6. No usar protector solar: La exposición a la radiación solar sin utilizar ningún tipo de protección acelera el proceso de envejecimiento hasta 10 años antes. Este mecanismo hace que se incremente la producción de melanina y en esas zonas es donde en el futuro aparecerá una mancha, tal como explica Miriam Becerra Reyes, cosmiatra especialista en tratamientos para la piel.

7. No desmaquillarse: Además de no usar protector solar, otro mal hábito que daña nuestra piel y la hace envejecer más rápidamente es no desmaquillarse por las noches. Esto provoca que la suciedad del día de acumule y los radicales libres de la contaminación dañen nuestra dermis, según explica también la cosmetóloga Miriam Becerra.

8. Estresarse con frecuencia: Cuando nos estresamos liberamos una hormona conocida como cortisol, la cual provoca una serie de efectos negativos en nuestro organismo, entre ellos, la creación de un ambiente tóxico para las neuronas. Si este estrés se vuelve crónico y el cortisol se libera de manera constante se genera un deterioro en nuestras funciones cognitivas lo que aumenta el riesgo de demencia a edades tempranas, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Valencia en España.

Por: El Botiquín.

Los traumas y la depresión ocasionan el envejecimiento prematuro

Un nuevo estudio ha descubierto que las personas que viven con trastorno depresivo mayor son biológicamente mayores que las personas sin depresión, y que los traumas infantiles exacerban este efecto.

Los resultados iluminan los mecanismos epigenéticos que podrían explicar esta discrepancia.

La investigación, que ha sido publicada en la revista American Journal of Psychiatry, muestra que la depresión mayor también puede resultar en un envejecimiento prematuro, indica Muy Interesante.

Los científicos dirigidos por Laura Han, del Centro Médico de la Universidad de Amsterdam (Países Bajos), estudiaron la estructura del ADN de personas con depresión e hicieron un descubrimiento intrigante.

Encontraron que el ADN de las personas con depresión mayor es, en promedio, 8 meses más añejo que el de las personas que no sufren de depresión. En algunos casos de depresión severa, la edad biológica era entre 10 y 15 años mayor que la edad cronológica.

Este efecto del envejecimiento prematuro fue más significativo en las personas que tuvieron experiencias adversas en la infancia, como violencia, trauma, negligencia o abusos.

¿Cómo afecta la depresión al ADN?

Los expertos examinaron el ADN de 811 personas con depresión y 319 personas sin este problema, como grupo de control. Los participantes se inscribieron en el Estudio Holandés de Depresión y Ansiedad.

Usando muestras de sangre, los investigadores examinaron cómo cambiaba el ADN de los participantes con la edad. El estudio reveló que los cambios epigenéticos tuvieron lugar más rápidamente en personas con depresión.

La epigenética es el estudio de los cambios en la expresión génica que no afectan la secuencia del ADN. Tales cambios pueden ocurrir como resultado de muchos factores, incluyendo el medio ambiente y el estilo de vida. Uno de los mecanismos a través de los que se produce el cambio epigenético se llama metilación del ADN, es decir, cuando un grupo metilo se transfiere y se agrega al ADN.

En general, los científicos vieron que las personas con trastorno depresivo mayor tenían un grado de metilación y cambio epigenético que era indicativo de una edad mayor. Más específicamente, esto significa que las personas con depresión eran biológicamente mayores que las personas sin depresión.

El estudio también encontró que aquellos que habían tenido un trauma infantil tenían un promedio biológico de 1,06 años más que las personas que no habían experimentado un trauma.

Los investigadores replicaron sus hallazgos al examinar muestras de tejido cerebral.

El reloj epigenético va más rápido con depresión

“El hecho de haber visto resultados similares tanto en muestras de sangre como en tejido cerebral postmortem ayuda a creer que este es un efecto real. Lo que vemos es, de hecho, un ‘reloj epigenético’, donde los patrones de modificación del ADN del cuerpo son un indicador de la edad biológica.

Y este reloj parece correr más rápido en aquellos que actualmente están deprimidos o han estado muy estresados”, explica Laura Han, líder del trabajo.

Según la experta, esta diferencia se hace más evidente a medida que aumenta la edad, especialmente una vez que se alcanzan los 50-60 años de edad.

Los resultados resaltan el efecto biológico del trauma en la vida temprana y la importancia de las medidas preventivas y terapéuticas cuando se trata de depresión y experiencias adversas en la infancia.

Sin embargo, también señala que se necesita más investigación para fortalecer los resultados. “Por supuesto, se trata de asociaciones, por lo que necesitamos estudios vinculados a largo plazo (estudios longitudinales) para poder sacar conclusiones sobre si el trauma causa el envejecimiento epigenético”, sentencia Han.

Fuente: Frontera Info