Recoger la cosecha o construir casas bajo el sol es extenuante, y un nuevo informe explica que se va a ir poniendo cada vez peor y menos seguro para esos trabajadores según suben las temperaturas debido al cambio climático.
Bajo al menos una norma de seguridad, hacía demasiado calor para que realizaran labores intensas (como excavaciones con pala) durante al menos una hora al día casi todos los días del verano que acaba de pasar.
Unworkable, un informe realizado por Public Citizen y la Farmworker Association of Florida y publicado el jueves, expone los riesgos a los que una inmensa población de de empleados que trabajan al aire libre están expuestos, especialmente los de la construcción y la agricultura.
El Estado del Sol (Sunshine State) tiene una de las tasas más altas de la nación en hospitalizaciones relacionadas con el calor. Ese número es muy probable que sea subestimado ya que los accidentes cerebrovasculares, los ataques al corazón, el asma e incluso la salud mental, pueden empeorar debido al calor.
“Si hablas con los trabajadores del campo te dicen que sí sienten que cada vez hace más calor. Lo sienten y están preocupados por ello”, dijo Jeannie Economos, coordinadora de proyectos de salud ambiental para Farmworker Association of Florida.
No cuentan con leyes –ni a nivel estatal o nacional- que los proteja del estrés del calor, que ya se sabe que va a ser un problema según aumenten las temperaturas globalmente. La temperatura promedio a través de todo Estados Unidos ha subido más de un grado Fahrenheit desde 1986, y un nuevo informe de las Naciones Unidas (United Nations) dijo que si el mundo no detiene ese aumento, cuando llegue al 1.5 grados Celsio, (2.7 grados Fahrenheit) para finales del siglo, las consecuencias pueden ser catastróficas.
En julio, varios grupos de apoyo, incluyendo Farmworker Association of Florida y Public Citizen, pidieron a la U.S. Occupational Safety and Health Administration que implementen una norma que proteja del calor a los trabajadores basándose en recomendaciones de los mejores grupos que estudian la seguridad y bormas similares a las que utiliza el ejército de los Estados Unidos.
Para aquellos que trabajan al aire libre, eso significaría descansos bajo la sombra a intervalos regulares y suficiente agua para mantenerse hidratado, cosas que no están garantizadas y ni siquiera son una práctica estandarizada en sitios de trabajo.
Una encuesta realizada a 300 personas que trabajan en viveros en Homestead realizada por la organización WeCount! mostró que a más de la mitad de los encuestados no se les permitía descansar a la sombra, y que un 69 por ciento habían sufrido enfermedades relacionadas con el calor. El director ejecutivo de WeCount!, Jonathan Fried, dijo que a un 15 por ciento de los trabajadores no se les daba agua para beber.
“Muchos patronos no harán lo correcto por voluntad propia”, dijo. “Necesitamos protecciones más firmes para los trabajadores o los mismos sufrirán situaciones aún más peligrosas según aumente el calor en la Florida y en la nación”.
El conocido sol de la Florida ya es un problema para los que trabajan al aire libre, muchos de los cuales se encuentran agrupados en el sur de la Florida. El condado de Miami-Dade cuenta con más trabajadores de la agricultura y la construcción que cualquier otro condado, casi 100,000 personas, de acuerdo con el censo más reciente.