Un niño de 11 años decidió robar 10 mil pesos bolivianos (unos 30 mil pesos mexicanos), a su familia, para después huir y para poder jugar su juego favorito Fortnite, esto en Santa Cruz, Bolivia.

El menor, enfermo de ludotopía (trastorno psicológico que consiste en deseo incontenible por jugar y apostar), fue encontrado días después de su desaparición, pero ya sólo tenia en su poder 700 pesos.

El niño junto a otros 20 menores de edad fueron encontrados en un salón público de videojuegos, tras una llamada de un vecino que observó a los jóvenes jugando en un horario donde deberían estar en clases.

Manuel Guerrero | Veraz Informa

Con información de El Gráfico.