Cada fin de semana se llevan a cabo unos 20.000 partidos de fútbol en todo el país. Muchos de los árbitros encargados de dirigirlos a menudo sufren agresiones y se ven envueltos en incidentes desagradables por parte de padres de los jugadores o aficionados en general. Cada temporada las cifras van en aumento, algo que preocupa al colectivo arbitral y que no parece que vaya a tener solución a corto plazo.
La página web de un sindicato de árbitros clandestino ha sido quién ha denunciado el aumento repentino de estas situaciones. El año ha empezado agitado con numerosas denuncias por insultos y agresiones, así como situaciones sexistas o racistas. A pesar del gran número de casos que han salido a la luz, muchos todavía quedan silenciados al no ser denunciados por miedo a represalias.
La plataforma llama a los colegiados a ser valientes y a denunciar dichos casos para después reflejarlos en la página web y compartirlos en redes sociales como Facebook y Twitter.El objetivo es el de concienciar sobre el comportamiento de los aficionados con los árbitros en partidos de fútbol de regional y fútbol base.
Aumento desmesurado de violencia
Según datos de la Comisión Antiviolencia, los casos de insultos y agresiones en los campos de fútbol aumentaron un 47% debido a los 1 15 partidos con incidentes en la campaña 2015/16.
En uno de cada 57 encuentros disputados en dicha temporada se vivieron casos de este tipo, un aumento considerable respecto a la anterior temporada en la que los casos de agresiones físicas o verbales se produjeron en uno de cada 70 partidos. Este año, las cifras podrían dispararse tras registrarse ya 24 incidentes sólo en enero.
Es conocido el caso de Jesús Tomillero, el primer árbitro abiertamente gay del fútbol. El colegiado sufrió numerosas agresiones y amenazas de muerte antes y después hacer pública su condición sexual.
Fuentes: Mundo Deportivo