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Etiqueta: razones

Conoce las razones por las que debes lavarte las manos después de tocar dinero

Cuando éramos pequeños y tomábamos dinero, nuestros padres nos decían que debíamos lavarnos las manos. Hoy, nosotros inculcamos a los niños que deben evitar jugar con los billetes y monedas, y cuando los manipulan los mandamos a desinfectarse las manos… pero, ¿por qué

Un billete o una moneda es un artículo aparentemente limpio, pero antes de llegar a nosotros pasó por miles de manos en todo tipo de condiciones, y nunca fueron lavados o desinfectados, acumulando enfermedades y bacterias.

Si tomamos en cuenta que un billete dura entre 4 y 15 años, y una moneda puede circular por 50 años, resulta atemorizante pensar en la cantidad de bacterias que acumula el dinero con el paso de los años.

Es por esto que científicos y expertos de la salud se dieron a la tarea de investigar qué tipos de enfermedades podrían “viajar” en el dinero que manipulamos diariamente.

Entre los componentes que fueron encontrados por la revista Scientific American están el virus de la gripa, la bacteria del E. coli (puede producir diarrea e infecciones genitales), la bacteria Corynebacterium Diphtearie (infecciones de Difteria con dolor de garganta y fiebre), hongos, ántrax, drogas (principalmente cocaína y heroína) y rastros de ADN de distintos
animales.

Ahora bien, no está 100 por ciento comprobado que las enfermedades infecciosas se adquieran al manejar dinero, pero es más probable que toques monedas o billetes antes de comer a que toques cualquier otro objeto contaminado y después comas.

Así que el consejo de nuestros padres no era en vano, y es sumamente importante lavarse las manos, no solo al manipular efectivo, sino constantemente, a fin de evitar cualquier tipo de enfermedad.

Fuente: Debate

Conoce las razones por las que los huesos le pueden doler a los niños

Desde la edad preescolar y hasta la adolescencia, niños y adolescentes podrían padecer un síndrome de dolor óseo que puede estar asociado a múltiples causas, señala la Endocrinóloga Pediatra del Hospital de Pediatría del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Alicia Delgadillo Ruano.

“Un conjunto de dolores que sufre el niño durante la infancia, y estos dolores pueden desde los empezar cuatro a los 14 años, incluso esto en niñas puede extenderse hasta los 16 años de edad y en los hombres hasta 18 años” explicó.

De hecho esta sintomatología se había asociado al propio desarrollo físico del infante, sin embargo “no tenemos una causa precisa de qué los ocasiona, al presentarse en la infancia se asociaba al crecimiento, sin embargo hay muchos estudios que dicen que no son imperativos del crecimiento. Es un síndrome que es multifactorial, por muchas cosas les duelen los huesos a los niños “.

Explicó que anteriormente se asociaba al crecimiento físico, toda vez que el hueso puede crecer más rápido que otras estructuras adyacentes como los músculos y ligamentos, y esto puede jalar la capa más delgada del hueso ocasionando dolor y sensibilidad.

Indicó que incluso entre un 10 y un 30 por ciento de la población infantil puede presentar en algún momento de su vida dolor en extremidades.

Dicho síndrome explicó, tiene diversas características como el hecho de que se presenta por las noches, es simétrico o bilateral, normalmente afecta huesos largos con predomino en las piernas, y puede aliviarse con el suministro de analgésicos, calentamiento o masajes.

Señaló que este síndrome no suele acompañarse de otros síntomas como fiebre, inflamación articular, cambios de temperatura y no es localizado, se trata de un dolor que refiere el niño recorre su pierna o brazo.

Es importante dijo descartar factores como la artritis reumatoide o juvenil o el arco caído del pie que requiere de tratamientos como plantillas, de ahí dijo que el diagnóstico debe ser diferenciado o de exclusión.

Explicó que la edad más frecuente de presentación de este síndrome suele ser entre los seis y los 10 años, con una tendencia ligeramente mayor en las niñas.

Fuente: El Debate

Razón por la cual la gente le tiene miedo a los payasos

Lejos de traer alegría, esos personajes tienen el efecto contrario y las razones pueden ser varias.

Según un trabajo que el psicólogo social Frank T. McAndrew publicó en 2016, es más probable que los hombres sean vistos como siniestros (en inglés, “creepy”) y que los comportamientos imprevistos hacen que la gente se sienta incómoda.

Para llegar a este resultado, encuestaron a 1.341 voluntarios de entre 18 y 77 años, y les preguntaron sobre las características y comportamientos que consideraban siniestros.

Las características de los payasos, como la boca grande y los ojos saltones, no se consideraban particularmente espeluznantes por sí mismas, pero sí realzaban las conductas inapropiadas, como los temas vulgares de conversación o los comportamientos extraños.

“Los resultados fueron consistentes con mi teoría de que ‘nos sintamos inquietos’ es una respuesta a la ambigüedad de la amenaza y que solo cuando nos enfrentamos a la incertidumbre sobre la amenaza nos da escalofríos”, dijo McAndrew.

“Por ejemplo, se consideraría grosero y extraño huir en medio de una conversación con alguien que está emitiendo una ‘vibra’ siniestra pero que en realidad es inofensivo; al mismo tiempo, podría ser peligroso ignorar tu intuición y comprometerte con ese individuo si es, de hecho, una amenaza.

Es la ambivalencia la que te deja congelado en tu lugar, revolcándote en la incomodidad”, abundó el experto.

También hay otro teoría, abonada por el psicólogo canadiense Rami Nader, que dice que el hecho de que no sepamos quién está debajo del maquillaje, hace que esa persona sea vista como tenebrosa.

“Tienen estas expresiones grandes, artificiales, pintadas, que usted sabe que en realidad no representan cómo se siente ese payaso porque nadie puede ser feliz todo el tiempo y, sin embargo, el payaso tiene una gran sonrisa feliz todo el tiempo”, Nader dijo a Health.com.

“En esencia, sabes que te está mintiendo en términos de la presentación”.

Por otro lado, los payasos también actúan de maneras que ponen a la gente en guardia, porque no sabes si te van a saltar encima, o puede que te den un “pastelazo” en la cara.

También parecen personas, pero con algo un poco desagradable, lo que nos puede hacer sentir incómodos.

“El payaso, con su expresión pintada de felicidad y humor, limita la gama de sentimientos que se supone que debemos sentir”, escribió la neurocientífica Jordan Gaines Lewis en una publicación de blog para Psychology Today.

“El payaso insiste en que nos ríamos. Pero puede que no queramos reírnos.

La situación se vuelve, en el mejor de los casos, incómoda, y en el peor, aterradora”.

Pero hay casos donde el rechazo a los payasos pasa a ser más grave que una sencilla sensación de “incomodidad”. La coulrofobia es el miedo irracional a los payasos. entonces, ¿cómo se desarrolla algo como esto?

La psicóloga Perpetua Neo le dijo a INSIDER que “tiene más que ver con que algo sucedió que causó mucho miedo y creó este vínculo entre este estímulo, esta situación y esta gran respuesta de miedo”.

En ese sentido, un miedo a los payasos podría haber comenzado cuando un payaso saltó encima de alguien en el circo. Algo de esa situación (el choque, el ruido fuerte o cualquier otra cosa) los hizo sentir asustados y el vínculo quedó establecido.

Cuando sentís miedo, hay un área del cerebro que se enciende y es la amígdala.

La amígdala es una parte muy primaria del cerebro … y está interesada básicamente en ayudarte a sobrevivir”, dijo Neo. “Entonces, cuando algo crea una sensación de miedo en ti, se va a encender, y va a ‘peligro, peligro, peligro’, por lo que activará tu sistema de lucha, huida o congelación”.

Además, este temor también se ve reforzado por el hecho de que podrías sentirte avergonzado por ello. Y lo tienes en cuenta mientras te preocupas por todas las cosas que podrían pasar mientras estás en la misma habitación que un payaso.

Fuente: Salud 360

Por estas razones debes dejar de guardarte la cartera en las pompas

Si quieres cuidar tu espalda, olvídate de este hábito y busca otro lugar para guardarla.

Si quieres tener  salud plena en la vejez, debes dejar de guardarte la cartera en las bolsas traseras del pantalón.

Es cómodo y hasta en cierta forma práctico hacerlo, pero guardar tu cartera en las pompis, eleva la posibilidad de que te la roben y sí, de que te lastimes la espalda. Según los doctores, esta costumbre podría detonar neuritis ciática en los hombres, un padecimiento cuyas características son dolor de glúteos, espalda, molestias en piernas y pies.

La neuritis ciática se detona a causa de la compresión de los nervios espinales; o sea, al sentarte sobre tu cartera, provocas que la columna no quede en línea recta y un lado de tu espalda esté más elevado que el otro. Cuando la columna intenta regresar a su forma original, forma una torsión que comienza a causar los dolores en la espalda y piernas.

Así que ya sabes, no uses carteras muy voluminosas y evita dentro de lo posible, sentarte en ella.

5 razones por las que jamás debes pegarle a un niño

Pegarle a un niño para educarlo es una práctica muy arraigada en muchas sociedades, de tal forma que una “nalgada” no está del todo mal vista; sin embargo, está comprobado que los golpes dañan tanto física como psicológicamente a los niños.

Como adultos y padres responsables, debes saber que pegarle a un niño es una conducta reprobable que no conduce a nada bueno. Aquí más razones para nunca pegarle a tu hijo:

1. Demuestra que has perdido el control: Como padre, eres tú quien siempre debe tener el control de la situación, esto no significa ser autoritario, sino tener la capacidad de guiar al pequeño y explicarle por qué su comportamiento no es el adecuado. Cuando recurres a los golpes le estás demostrando que estás fuera de control y tu referente como autoridad se derrumba.

2. Violencia llama violencia: ¿Cómo le podrás decir a tu hijo que está mal pegarle a otro niño cuando tú lo haces en casa? Educar con golpes es una forma de justificar la violencia y tu hijo aprenderá que esta es la única forma de solucionar los problemas. Además, está demostrado que los niños expuestos a la violencia en el hogar se convierten en niños violentos.

3. No te ayuda a educar: Pegarle a los niños deja en evidencia que eres poco creativo como padre. Es muy fácil dar un golpe, pero este solo resuelve el conflicto al momento a través del miedo, pero no modifica el comportamiento del niño.Evitará hacerlo para no volver a recibir un golpe, pero no entenderá por qué no debe comportarse de esa manera.

4. Daña la personalidad de los niños: Los gritos, las humillaciones, y por supuesto, pegarle a un niño deja una huella imborrable en su personalidad. La violencia los hace sentir indefensos y humillados y provoca daños en su autoestima.

5. Porque es delito: Además de todo lo anterior, pegarle a un niño es un delito que se castiga en la mayoría de los países. No importa el tipo de golpe, la violencia física y psicológica contra un niño está prohibido por la ley.