El Departamento de Seguridad Nacional divulgó este martes nuevas directrices para detener y deportar a inmigrantes que vivan sin permiso en Estados Unidos.
El DHS aclaró, sin embargo, que se mantendrá el programa DACA.
Un par de memorandos firmados por el secretario de esa agencia, John Kelly, esbozan esas normas, que consisten fundamentalmente en:
-Contratar a 15 mil agentes adicionales en los servicios de inmigración
-Envío de más jueces y funcionarios para atender las solicitudes de asilo
-Ordena estudiar las ayudas enviadas a México en los últimos cinco años fiscales.
-Ordena la planificación, diseño y construcción de un muro fronterizo con México.
-Fin de la política de liberar a las personas capturadas en las fronteras pendientes de audiencias de deportación
-Deportación inmediata de inmigrantes, en un período de 72 horas o menos
-Contar con la ayuda de la policía local para las deportaciones
-Encausar criminalmente o deportar a padres que paguen por traer a sus hijos de contrabando.
“El incremento de la inmigración ilegal en la frontera sur ha rebasado la capacidad de las agencias federales y los recursos, y ha causado una seria vulnerabilidad de seguridad nacional a Estados Unidos”, escribió Kelly.
Se mantiene DACA
Los memorandos respetan una directiva del gobierno del ex presidente Barack Obama, el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), que permite que los jóvenes que ingresaron a Estados Unidos sin autorización legal siendo niños permanezcan en el país y cuenten con permisos de trabajo.
El programa ha amparado de la deportación a unos 750.000 inmigrantes desde su aplicación en 2012.
Trump había manifestado anteriormente su deseo de terminar con el programa, pero durante su conferencia de prensa de la semana pasada, el mandatario indicó que “mostraría gran corazón” hacia el programa.
La difusión de los memorandos firmados por Kelly estaba prevista inicialmente para el viernes, antes que la Casa Blanca los aplazara para su revisión.
De acuerdo con las directrices, Kelly pretende “contratar de manera expedita” a 10.000 agentes policiales y 5.000 agentes de la Patrulla Fronteriza adicionales.
Además, se establece un período de 72 horas o menos para deportar indocumentados, con excepción de menores que entren ilegalmente solos.
Sin embargo, uno de los memorandos que indica que “independientemente de los deseos de la familia de reunificación o las condiciones en otros países, el contrabando o el tráfico de niños extranjeros es
intolerable.”
En consecuencia, los padres que paguen por contrabando de sus hijos pueden ser colocados en un procedimiento de expulsión, o remitir al individuo a enjuiciamento criminal”
A fin de cumplir la promesa de campaña de Trump de construir un muro a lo largo de la frontera con México, Kelly también solicitó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) que “emprenda de inmediato la planeación, diseño, construcción y mantenimiento de un muro, incluyendo la iluminación auxiliar, la tecnología (contemplados sensores), así como patrullajes y caminos de acceso”.
Además uno de los memorandos indica que “El Presidente ha ordenado a los jefes de todos los departamentos ejecutivos que identifiquen y cuantifiquen todas las fuentes de ayuda o asistencia federal directa e indirecta al gobierno de México” en los últimos cinco años, excluyendo ayuda de inteligencia.
Kelly subrayó que el muro es necesario para disuadir la inmigración no autorizada y lo llamó un “componente crítico” de la estrategia de Trump para la seguridad general fronteriza.
Uno de los memorandos indica que los indocumentados serán retornados al territorio contiguo desde el cual entraron a Estados Unidos, y que las audiendias de remoción se realizarán vía videoconferencias .
Con información de Telemundo