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Etiqueta: no quiere

El documental que revela la estafa de Herbalife

Julio Ulloa, de Ecuador, tenía un negocio de construcción en Estados Unidos que funcionaba muy bien. En 2012, un representante de la empresa de nutrición Herbalife tocó su puerta ofreciéndole la oportunidad de generar más ingresos. Le dijo que con la comercialización de suplementos podía ganar entre 20.000 y 80.000 dólares al mes. Empezó a meterse de lleno en el negocio. Cambió la construcción por un club nutricional que promocionaba la marca y compraba mercancía valorada en miles de dólares. “

Mi proveedor me decía: ‘Cuanto más gastas, más ganas”. A medida que pasaban los meses, los artículos dietéticos no se vendían y sus deudas seguían creciendo, hasta que la inevitable verdad le golpeó. El sueño americano de riqueza con un trabajo fácil y sin peligro fue una ilusión.

Ulloa vio como le “robaron sus sueños”. A él y a cientos de miles de latinos que perdieron en Estados Unidos desde 8.000 a 22.000 dólares por apostar por los productos de Herbalife. El documental Betting on zero, de Ted Braun, recupera estas historias y la encrucijada del multimillonario de fondos de inversión Bill Ackman para destapar el modelo de negocio de Herbalife como la estafa piramidal más grande de la historia.

En medio de un fuego cruzado, las historias de la comunidad latina se introducen en un filme que busca retratar el sueño americano sin final feliz. “Fue una oportunidad para saber cuál es el lugar del dinero en el denominado sueño americano a través del lente que refleja el conflicto corporativo y una historia que tiene ramificaciones en todo el mundo y que conecta con las vidas del ciudadano de a pie”, explica el realizador vía telefónica.

Braun dice que fue difícil hilar las distintas partes de la historia, sobre todo ante la negativa de Herbalife de participar en el documental. El realizador llenó ese vacío con material de archivo de entrevistas e intervenciones públicas de los directivos. Esto, junto a las aportaciones de exdistribuidores, ayuda a explicar cómo funcionan las empresas multinivel. El relato es satisfactorio intelectual y emocionalmente.

“Se volvió una obligación poner a la audiencia en los zapatos de muchas personas envueltas en estos complicados conflictos. Era muy importante para mí que vieran y entendieran cómo era el mundo desde el punto de vista de los distribuidores y ejecutivos de Herbalife”, afirma Braun.

Censura, polémica y amenazas

El documental, que recibió una mención especial del jurado en el festival de Tribeca a mejor investigación cinematográfica en 2016, no estuvo libre de polémica. Braun denuncia que Herbalife, con presencia en 95 países y una red de 3.2 millones de distribuidores, boicoteó una proyección del filme en la Galería Nacional de Retratos, en Washington, en octubre. El director dice que la abogada Heather Podesta y los socios de su firma de cabildeo compraron 173 entradas, la mitad de la sala, y dejaron los asientos vacíos durante la exhibición.

Este y otros ataques han complicado la difusión de Betting on zero. A pesar de los intentos de sabotaje, el filme logró mantenerse como el documental más visto en iTunes durante las primeras tres semanas de su lanzamiento en abril y ahora quiere ampliar su audiencia con su estreno en Netflix.

En el documental, Herbalife es acusado de enfocar su negocio en la comunidad de inmigrantes y de llevar su modelo a países en vías de desarrollo. A raíz de esto, la activista latina Julie Contreras y el grupo de exdistribuidores estafados por la empresa fueron intimidados por simpatizantes de la compañía, amenazándolos con denunciarlos para que fueran deportados si seguían adelante difamando a la empresa.

Según Braun, muchas de las denuncias hechas por el colectivo de Contreras fueron tomadas en cuenta en la investigación que realizó la Comisión Federal de Comercio de EE UU, en la que encontró cuatro faltas de prácticas comerciales y engañosas. Por tal motivo, se le ordenó a la compañía pagar 200 millones de dólares a casi 350.000 personas que perdieron dinero en la adquisición de suplementos nutricionales, además de reestructurar su modelo de negocios. “En todo momento mantuvimos nuestra independencia con el filme.

No mentimos con ninguna de las partes mostradas en este documental y trabajamos asiduamente para entregar una obra que no sea solo abogacía y que invitaba a que entiendan toda la situación”, finaliza.

Lo que Uber no quiere que sepas; así vigilan a sus usuarios

Uber tiene información de todos sus choferes, usuarios, destinos, historial, entre muchos detalles, para lo cual tienen además reportes que no quiere que conozcan sus usuarios.

El medio gizmodo señaló que Uber tiene dos tipos de bases de datos celosamente guardados: la que el gigante mundial del servicio de transporte sabe de ti y, por otro lado, aquel tipo de información que preferiría que nunca te enterases que poseen.

Ambos tipos de información son parte ahora de un caso legal en la Corte Superior de California en San Francisco por denuncia de Ward Spangenberg, quien trabajó en Uber y que además es exinvestigador forense.

Ward Spangenberg sufrió despido arbitrario y en la demanda contra la empresa de transporte, expuso secretos sobre cómo vigilan y catalogan a los usuarios.

En documento expuso las categorías en las que tiene Uber a los usuarios en su sistema, como “tiene-viaje-permitido-bajo-riesgo-etiqueta”.

El documento es de 500 celdas con información de Uber sobre los usuarios y con estas diversas etiquetas.

Parte del documento

 

Inclusive Uber tiene datos de cuándo creaste tu cuenta, dónde estabas cuando la hiciste, cuánto tardaste en hacer tu primer viaje, etc.

Otra de las etiquetas es “greyball”, donde en un caso, Uber etiquetó así las cuentas de los policías de la ciudad de Portland en el 2014, para impedir que atrapen a los conductores de UberX que quebrantaran las leyes locales por prestar ese servicio.

“Los orígenes (del Greyball) pretendían evitar el abuso, pero otros equipos han encontrado valor en ello”, dijo la portavoz de Uber, Melanie Ensign.

Algunas más son  “Guardian”, “Sentinel score” y “Honeypot”, códigos clave con diversos fines. Guardian, por ejemplo “es usado para detectar falsificación, como la descrita en esta historia publicada por Bloomberg el 2015”, según explicó la portavoz.

No quiere que sepas…

Uber después consiguió que la información deje de ser públicas pues es “confidencial, patentada y privada… cuya sola existencia, contenido y forma son de extrema sensibilidad competitiva para la parte acusada, ya que demuestra qué datos considera (la empresa) suficientemente importante de capturar”.

Asimismo señalan especialistas cómo esto puede ayudar a Lyft, competencia principal de Uber, a aprovechar algunos secretos.

Algunas etiquetas polémicas que existen son “suspected_clique_rider” (“pasajero_sospechoso_pandilla”) y “potential_rider_driver_collusion” (“potencial_enfrentamiento_pasajero_conductor”).

Investigadores en materia de informática inlcuso piden colaboración de especialistas en sistemas en Estados Unidos para descifrar los otros códigos y claves en el documento de 500 celdas.

El juicio continúa en medio de polémicas entre las afectaciones para Uber y el manejo que le dan a la información personal.

 Con información de El Tiempo

Trump no quiere ayudar a África

Tres países de África enfrentan la perspectiva de una hambruna en la peor crisis humanitaria que vive el mundo en 70 años, justo cuando el presidente estadounidense Donald Trump propone una reducción en la ayuda extranjera, que podría hacer que Estados Unidos abandone su papel histórico como el principal donante en casos de emergencias.

Varios expertos creen que si los profundos recortes son aprobados por el Congreso y Estados Unidos no contribuye a combatir la crisis de África, la creciente sequía y la hambruna podrían tener graves consecuencias, incluida una nueva ola de migrantes que tratan de llegar a Europa y más apoyo a agrupaciones extremistas islámicas.

Las hambrunas derivadas en parte de conflictos internos que enfrentan Nigeria, Somalia y Sudán del Sur desembocaron en hambrunas casi simultáneas. Casi 16 millones de personas corren peligro de morir de hambre en los próximos meses en esos tres países.

Ya se ha declarado una hambruna en dos condados de Sudán del Sur, donde hay un millón de personas al filo de la muerte por falta de alimentos, de acuerdo con funcionarios de las Naciones Unidas. Somalia declaró un estado de emergencia a raíz de una sequía y tiene 2,9 millones de personas que padecen una crisis alimenticia que podría dar paso a una hambruna, de acuerdo con las ONU. Y en el noreste de Nigeria, hay graves problemas de malnutrición en áreas afectadas por la violencia de los extremistas de Boko Haram.

“Estamos frente a la peor crisis humanitaria desde la creación de las Naciones Unidas”, afirmó Stephen O’Brien, director de los servicios humanitarios de la ONU, ante el Consejo de Seguridad tras visitar este mes Somalia y Sudán del Sur.

Hacen falta al menos 4.400 millones de dólares para fines de marzo para evitar una “catástrofe” en Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen, según dijo el secretario general de la ONU Antonio Guterres a fines de febrero.

Pero la ONU dice que solo se han recibido el 10% de los fondos.

El presupuesto de Trump reduciría el alcance de programas que ayudan a las personas más vulnerables del planeta, de acuerdo con Mick Mulvaney, director de presupuestos del presidente. “Se gastará menos dinero en la gente del exterior y más en casa”, declaró.

Estados Unidos ha sido siempre el principal donante de la ONU. En el 2016 donó más de 2.000 millones de dólares al Programa Alimenticio Mundial, una cuarta parte de su presupuesto.

“Nunca vi una amenaza como esta a algo que tenía un consenso de los dos partidos grandes, que opinaban que la ayuda humanitaria era algo vital para nuestra seguridad”, manifestó a la Associated Press Steven Feldstein, quien fuera subsecretario de estado del gobierno de Barack Obama.

En una entrevista ofrecida la semana pasada en Washington a la AP, el líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell rechazó la idea de recortar la ayuda exterior. “Ser fuerte es algo que va más allá de reforzar el Departamento de Defensa”, expresó. “La diplomacia es importante y no creo que estos recortes en el Departamento de Estado sean indicados porque muchas veces la diplomacia es mucho más efectiva –y mucho más barata– que las confrontaciones militares”.

Las crisis de Nigeria, Somalia y Sudán del Sur son más desgarradoras todavía por el hecho de que son causadas por el hombre, según expertos, aunque el cambio climático también ha incidido en Somalia y Nigeria, de acuerdo con J. Peter Pham, director del Centro para África del Consejo Atlántico.

Sudán del Sur padece una guerra civil desde el 2013 en la que han muerto decenas de miles de personas y que ha impedido el cultivo de alimentos. En Nigeria y Somalia, grupos extremistas afines a Boko Haram y al-Shabab han resultado un hueso duro de roer y ambas organizaciones controlan territorios, lo que complica la llegada de ayuda.

“Sin aportes importantes del gobierno estadounidense, será más difícil atraer contribuciones de otros donantes y satisfacer las necesidades mínimas para salvar vidas”, manifestó el viernes Nancy Lindborg, presidenta del Instituto por la Paz de Estados Unidos, ante la comisión de relaciones exteriores del Senado.

Los países vecinos ya están sufriendo las consecuencias de la hambruna. El director del programa de refugiados de la ONU dijo que Uganda ya no da abasto tras recibir 570.000 refugiados sursudaneses desde julio.

Otros que le huyen al hambre podrían intentar llegar a Europa.

“Los países vecinos van a sentir presiones. En algunos casos la gente seguirá las rutas tradicionales de migración, desde el Sahel hasta Europa o desde el sur a otros destinos de África”, declaró a la AP Joseph Siegle, director de investigaciones del Centro para Estudios Estratégicos.

“Hay 19 países que tienen algún problema de alimentos en África, y tres de ellos enfrentan condiciones de hambruna. En los tres hay conflictos y la gran mayoría de los países que enfrentan crisis más serias no tienen gobiernos democráticos”, dijo Siegle.

“El hambre puede ser prevenido si queremos”, dijo Alex de Waal, director ejecutivo de la Fundación por la Paz Mundial.