Con el compromiso de mantener reuniones periódicas para dar seguimiento a los temas que atañen al saneamiento de la cuenca del Río Tijuana y la zona Costa, concluyó la reunión entre el Director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), Germán Lizola Márquez y el Alcalde de Imperial Beach, Serge Dedina.
En la reunión celebrada en el Consulado de México en San Diego, donde estuvieron además la Cónsul de México en San Diego, Marcela Celorio y parte del staff de la Asociación ambientalista Wild Coast, encabezada por Paloma Aguirre, se presentaron las principales acciones realizadas por el Gobierno del Estado a través de CESPT para evitar derrames transfronterizos y reforzar la infraestructura de alcantarillado sanitario.
El Director de CESPT, resaltó que desde que ocurrió el colapso del colector Insurgentes por las lluvias atípicas presentadas en 2017, la prioridad ha sido la reposición de 5 colectores del sistema de alejamiento de las aguas residuales, para lo cual el Gobernador del Estado, Francisco Vega de Lamadrid emitió un Decreto de emergencia para destinar recursos extraordinarios.
Asimismo, detalló que se ha venido trabajando en este año en la rehabilitación de las plantas de bombeo PC CILA, PB #1, PB MATADERO Y PB LOS LAURELES y en la elaboración de un estudio con recursos de BANOBRAS, CESPT y EPA para determinar las condiciones de la Planta de San Antonio de los Buenos (SAB) y definir bajo que esquema deberá operar.
“Todas las acciones que se han ejecutado en los últimos dos años en el sistema de saneamiento van encaminadas a lograr una solución integral, pero no son a corto plazo, aún así se continúan buscando esquemas que permitan mejorar la operación de la planta SAB y mantener las cuencas libres de contaminantes, como nos ha instruido el Gobernador del Estado, Francisco Vega”, enfatizó Lizola Márquez.
Por su parte, el alcalde de Imperial Beach, Serge Dedina mostró su disposición para apoyar en la gestión de recursos con organismos internacionales para la ejecución de las obras que se requieren para evitar que ocurran derrames a la cuenca del Río Tijuana y las playas.
