Más de 80 mil voces se unieron a “No Me Sé Rajar” la primera de 56 interpretaciones que Don Vicente Fernández diera por última vez en el Estadio Azteca, con la consigna: “Mientras ustedes no dejen de aplaudir, yo no dejo de cantar”.
Los gritos y porras al Charro de Huentitlán no se dejaron esperar en medio de un público más diverso que cualquiera de los partidos de futbol que se realizar en el Coloso de Santa Úrsula, donde se veían niños y jóvenes, así como adultos y ancianos, cuyas emociones se notaban a flor de piel.
“Es momento de aplaudir, momento de reír, cantar y llorar. Es el momento que yo esperé para darles las gracias por todo lo que me han dado”, dijo Vicente en un momento a la audiencia eufórica.
“Ojalá Que Te Vaya Bonito”, “Me Voy a Quitar de en Medio”, “Si Acaso Vuelves”, “Cien Años”, “Mujeres Divinas” y “Lástima que sea Ajena” fueron las encargadas de seguir con la fiesta que contó con más de 50 músicos en el escenario.
Luego de poco más de una hora, Alejandro Fernández tomó la estafeta simbólica que deja su padre cantando a dueto “Paloma Querida”, “No Volveré”. Luego, él sólo deleitó a la concurrencia con “Mátalas”, y una de sus canciones favoritas, en honor a su papá: “Qué Falta me Hace mi Padre”.
Don Vicente volvió al escenario luciendo un traje color mamey y juntos interpretaron el tema “Perdón”, “Qué de raro tiene”, “Acá entre nos”, una de las canciones más ovacionadas de la noche, “Aléjate de Mí”, Urge” y “Las Llaves de mi aAma”.
“Un buen ranchero dos cosas debe tener, una mula y una vieja, pero debe saber que la mula no sea tan vieja, ni la vieja sea tan mula”, le dijo a la concurrencia, luego de tomarse su primer trago de tequila.
Esta fue la experiencia más sentimental para sus miles de fans, porque será la última vez que veamos al Azteca en el Azteca, pero todavía nos faltan muchos años para despedirnos de Don Vicente Fernández
con información de televisa
