Bonnie Wright, actriz que participó en la saga de películas de “Harry Potter”, fue vista este fin de semana en un mercado de la delegación Coyoacán.
Wright saltó a la fama por interpretar a “Ginny Weasley”, hermana de “Ron Weasley”, mejor amigo de “Harry”, y quien, según la historia, se casó con el protagonista.
En “Harry Potter y El Legado Maldito”, obra de teatro que se sitúa 40 años luego de la caída de “Lord Voldemort”, el villano de la serie de libros, Ginny y Harry se enfrentan a la responsabilidad de educar a sus hijos, quienes ahora son alumnos del “Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería”.
La visita de Bonnie a tierras mexicanas fue festejada por la cadena de cines Cinépolis.
Nacida en 1991, la británica hizo su primera aparición en Harry Potter y La Piedra Filosofal.
La estrella de la industria pornográfica, Molly Cavalli, fue atacada por un tiburón mientras rodaba una promoción para la compañía Camsoda, dedicada a las películas para adultos.
El hecho sucedió mientras la actriz se encontraba sumergida en una jaula para internarse protegida en el mar. Sin embargo, uno de los animales que nadaban a su alrededor pudo morder su pie y provocarle una gran pérdida de sangre.
LA TERRIBLE ESCENA OCURRIÓ EN LAS PROFUNDIDADES DEL MAR DE MIAMI, ESTADOS UNIDOS, CUANDO MOLLY CAVALLI SE ENCONTRABA YA BAJO EL AGUA. SIN EMBARGO, A LOS POCOS SEGUNDOS DE ESTAR JUGANDO Y HACIENDO MUECAS SEXIS, LA MUJER SUFRIÓ EL INESPERADO ATAQUE QUE PRODUJO UNA GRAN NUBE DE SANGRE EN EL MAR.
Molly salió a la superficie llorando y aterrada, sin que el resto de la tripulación y del staff de Camsoda supiera qué había sucedido.
Una vez en cubierta, la actriz mostró una profunda herida en el tobillo, que impactó al resto del equipo. Los gritos comenzaron a sentirse alrededor de ella. La cámara se apagó para no seguir mostrando el horror vivido por la joven, quien de inmediato recibió primeros auxilios y fue llevada a un hospital donde recibió 20 puntos.
A través de sus redes sociales comentó:
“Gracias por sus buenos deseos, chicos. Estoy bien. No fue tan malo como se veía. Me estoy recuperando rápidamente. Fue una experiencia increíble”.
Su nombre en la industria de la pornografía es un guiño a dos escritores. Se hace llamar Amaranta Hank.
Amaranta surgió por el personaje garciamarquiano de Cien años de Soledad, y Hank, en honor al antihéroe creado por Charles Bukowski. Pero su cédula la identifica como Alejandra Omaña, de 24 años, nacida en la ciudad colombiana de Cúcuta. Periodista de profesión y actriz porno por vocación.
“Esta era una decisión de tenía aplazada por temor a lo que pudiera pensar la gente, mi familia, pero a finales del año pasado sentí que ya había terminado un ciclo en el periodismo”, cuenta Alejandra -o Amaranta- a RT. Entonces optó por hacer lo que siempre le había gustado: “y definitivamente era la pornografía”.
Aunque los primeros escarceos con la desnudez y el público ocurrieron cuando en Twitter prometió que se desvestiría si su equipo de fútbol, el Cúcuta Deportivo, lograba ascender a la categoría y así fue. La oncena subió y ella cumplió: “yo nunca había hecho nada de eso (…) pero ya estoy tranquila, ya fue suficiente”, dijo hace dos años cuando se dedicaba especialmente a la promoción cultural.
Sociedad hipócrita
Omaña nació en una ciudad fronteriza con Venezuela, una de las áreas limítrofes más conflictivas del sur de América Latina, “en medio del narcotráfico, del contrabando, del paramilitarismo, de la prostitución, un montón de ilegalidad”. Su deseo era contar esa realidad y así lo hizo durante unos años hasta que, después de varias amenazas, tuvo que mudarse a Bogotá.
Ya establecida en la capital colombiana grabó su primer video vestida de monja: rezó un rosario, se masturbó en cámara, recibió la reprimenda de su católica madre y el castigo de la distancia familiar. No hubo navidades juntos, ni carnavales y mucho menos Semana Santa.
“Yo hablaba con mi mamá y le decía: ‘usted me está juzgando porque metí elementos religiosos en el video, pero en Cali un cura violó a un montón de niños y el sacerdote dijo que la violación había sido por culpa de los niños y de los padres’. Eso sí está bien para ella. Por eso insisto en que esta es una sociedad hipócrita, de doble moral, que es absurda, ¿sabes? A mí eso me vale nada. Si yo seguía prestándole atención a lo que la sociedad quería para mí, o lo que mi familia quería para mí, iba a terminar suicidándome segurísimo”.
¿Buena pornografía?
Lo que sí aclara es que no ha dejado de ser periodista, es más, considera puede llevar ambos oficios en paralelo: “pienso que el público en general, poco a poco, ha empezado a entender que hacer pornografía no me hace menos, que puedo seguir ejerciendo mi carrera al mismo tiempo. No son todos pero creo que la gente está volviéndose más respetuosa”.
Su posición en cuanto a la multimillonaria industria es la de atribuirle bondades pedagógicas, no tan fáciles de admitir a voz en cuello: “Yo creo que la buena pornografía es educación sexual por excelencia porque nosotros replicamos lo que hay allí, porque nadie más nos enseña qué se hace cuando se tiene una relación sexual y consumimos el porno porque intentar reproducir lo que está allí para ver si nos va bien”.
¿Qué es la buena pornografía? Para ella tiene que ver con un producto que invite a hurgar en otras sensibilidades, “con ir más allá de la genitalidad y enseñarle a la gente a explorar más la piel y otros elementos de composición de un muy buen acto sexual. ¡Eso revoluciona todo!”.
Entre sus próximos -y controvertidos- proyectos está el de grabar un vídeo sexual con un ex guerrillero, como una especie de contribución a la paz de su país luego de la firma del acuerdo entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc): “A la hora de la verdad, cuando ellos vayan a buscar trabajo en una empresa les va a costar mucho por el prejuicio que ya hay en su contra, pero creo que involucrarlos en la pornografía es permitir que los vean como uno más, que es como darles la bienvenida a la sociedad”.
La vergüenza del sexo
En su cuenta de Twitter tiene más de 70.000 seguidores, exhibe sin pudor sus curvas en su perfil de Instagram y varias publicaciones para adultos han mostrado la generosa geografía de la reportera sin demasiados atavíos. En las redes los hombres la halagan, la agreden, la critican. Las mujeres también, a veces con mayor saña. Ella, por su parte, defiende la libertad de mostrarse para excitar a la gente detrás de la pantalla o de la página.
“Yo creo que la libertad sexual es el principio de todas las libertades. Las personas honestas, las personas libres, pueden hacer un país mucho más desarrollado. Además, el sexo es una necesidad biológica. No sé por qué nos avergonzamos de algo que nos trajo al mundo; si eso es tan malo, es malo procrear y es mala nuestra existencia en el mundo”.
Por eso, insiste, su discurso en contra la pacatería sexual trasciende el ámbito personal: “En Colombia se avergüenzan de hablar de sexo pero no de la delincuencia, de la pobreza, de la desigualdad, los niños que están pidiendo en las calles o los niños desnutridos en La Guajira. La hipocresía sí es un problema”.
Complacer o vivir
Las rebeldías, sin embargo, no son gratuitas. Omaña hizo su primer video vestida de monja -un acto que hoy considera “un cliché, una bobada”-, para incomodar levemente a la Iglesia Católica, institución religiosa de la que ella hizo parte como catequista. “Hay mujeres que han hecho cosas mucho más fuertes, pero este país se escandaliza por todo. Entonces, el problema no soy yo, es Colombia”. Y se ríe.
La periodista cuenta que en los próximos días escribirá un artículo para hablar de las razones que hay para respetar a una actriz porno. Le preguntan cuál es la principal y responde con naturalidad: “Ser una persona debería ser suficiente, sólo por eso merecería el respeto absoluto”.
Tras varios minutos de conversa, la conversación decae y la incipiente actriz porno hace una infidencia: “Te voy a contar la verdad de todo esto y sé que va a sonar hipócrita, pero es que yo soy depresiva medicada, clínica, y me quería morir todo el tiempo. Mis opciones eran sólo dos: o hacía lo que quería o me suicidaba. Cuando empecé con los videos decidí crear mi propio universo y allí no hay prejuicios absurdos”. Hank rescató a Omaña. De alguna manera, el porno la salvó.
La actriz Margarita Isabel falleció el domingo 9 de abril en el Hospital Center de Cuernavaca, Morelos, por complicaciones respiratorias.
Margarita también fue conocida por sus labores como periodista, activista política, maestra y directora escénica. Se calificaba como una mujer de izquierda, y participo activamente en el movimiento estudiantil del 68.
Como actriz se inició con el célebre mentor Seki Sano y en el Instituto Nacional de las Bellas Artes; participó en telenovelas como ‘Cuna de Lobos’, ‘El pecado de Oyuki’, ‘La Madrastra’ y ‘Amarte Es Mi Pecado’, entre otras.
Margarita Isabel se retiró de los medios en el 2007 debido a algunos problemas de salud. Descanse en Paz.
Jennifer Lawrence fue nombrada por la revistaEntertainment Weekly como la Entertainer of the Year (La Artista del Año).
La ganadora del Oscar habló en excluvisa de su vida y cómo ha sobrellevado la fama, además de hacia dónde va su carrera ahora que la saga de Los Juegos del Hambre ha terminado.
“Tengo un círculo muy pequeño. Cuando siento que alguien me usa o está conmigo por las razones incorrectas, no me da culpa alejarlos de mi vida. Ninguno de mis amigos está con tonterías alrededor mío. Todo en mi vida debe ser real”, comentó la actriz de 25 años.
También habló a la revista sobre su amistad con sus compañeros de Los Juegos del Hambre, Josh, Liam y Woody, y sobre su nuevo proyecto como guionista de una comedia al lado de Amy Schumer.
“Me gustaría escribir algunas cosas en las que yo no actúe. Quiero regresar a hacer cosas indies. También me gustaría dirigir una comedia. Lo que pasa es que no quiero hablar de eso, prefiero hacerlo y ya”, finalizó Lawrence.
Fuente: Televisa.espectáculos.com
Más información: http://espectaculos.televisa.com/cine/noticias/900749/jennifer-lawrence-artista-del-ano-entertainment-weekly-revista/