El domingo por la mañana, Francisco Larios, de 83 años, se alejó de la casa de su hija en Vista y desapareció, dejando a su familia preocupada y cada vez más desesperada.
En los últimos dos días, el frágil anciano, que no puede hablar ni escribir debido a un derrame cerebral reciente, solo entiende el español y tiene problemas de audición, mantiene a una comunidad buscándolo por toda la ciudad.
Agencias policiales ya publicaron el reporte de una persona desaparecida; la historia se ha cubierto en forma impresa y en emisoras de radio y televisión en inglés y en español; las campañas en las redes sociales están en marcha; y la familia Larios ha estado patrullando las calles por la mañana, al mediodía y por la noche.
Debido a que Larios salió de la casa sin billetera, dinero, identificación ni teléfono celular, y sin su medicamento recetado para el corazón y el colesterol, su nieta Karla Vargas de Escondido dijo que la familia se preocupa cada vez más con cada hora que pasa.
“Estamos todos preocupados y desesperados por encontrarlo”, dijo Vargas el martes por la tarde. “Todo el mundo ha estado buscando, organizando búsquedas y haciendo todo lo posible para llevarlo a casa”.
Larios es padre de ocho hijos adultos que viven con sus familias en las ciudades de Escondido y Vista. Vivía de tiempo completo en México hasta que un par de apoplejías en 2017 lo dejaron incapacitado para cuidarse solo.
En enero, sus hijos lo trajeron al norte del condado, donde había estado alternando estancias cortas en las casas de sus hijos.
Pasó la noche del sábado en una de las casas de su hija en Lado De Loma Drive, en Vista, donde Vargas dijo que había tenido una cena agradable y que se encontraba bien de salud y buen humor antes de acostarse.
A la mañana siguiente, su hija fue a misa a primera hora de la mañana y no quería despertarlo, por lo que lo dejó durmiendo en su cama a las 6:30 a.m. Cuando ella regresó de la iglesia a las 8 a.m., Larios ya no estaba.
Vargas dijo que su abuelo no tiene demencia pero ocasionalmente se siente frustrado con los miembros de la familia porque a veces es incapaz de comunicar sus necesidades con claridad.
Los familiares no saben si decidió ir a dar un pequeño paseo y se cayó o se lastimó, o si decidió ir caminando a la casa de sus otros hijos en Escondido y se perdió. Su comportamiento el domingo no fue característico, dijo Vargas.
“Nunca salió de la casa solo. Alguien estaba siempre con él”, dijo Vargas. “Esto nunca había sucedido antes”.
Vargas dijo que ha habido llamadas provenientes de miembros del público que creen haber visto a Larios, pero hasta ahora ninguno de los reportes ha sido exitoso. La familia también confirmó que no había sido arrestado por la Patrulla Fronteriza.
Mientras tanto, al menos 20 miembros de la familia y muchos otros amigos han estado repartiendo volantes y recorriendo las calles desde el amanecer hasta la noche todos los días.
Larios mide 5 pies y 2 pulgadas y pesa 110 libras con cabello gris, ojos marrones y un grueso bigote gris que se conecta a sus patillas. Fue visto por última vez con una camiseta gris de manga larga.
Cualquiera que haya visto a Larios debe llamar a Vargas al (951) 452-2240.