Cuatro nuevos casos muestran que, si bien no es tan malo como lo fue en 2017, el brote de hepatitis A del Condado de San Diego aún no se ha extinguido.
Los informes semanales de salud pública de esta semana y la última han agregado un par de casos confirmados recientemente al total del brote. Aunque no es ni cerca de la cantidad de casos nuevos que se inundaron cada semana en agosto y septiembre, sigue siendo un ritmo más rápido que la frecuencia de casi todas las semanas que los registros del gobierno muestran promedió el condado de San Diego antes del 2012 hasta el 2016.
“El brote no ha terminado, y los casos más recientes parecen estar ligeramente sesgados geográficamente en la parte norte del condado”, dijo el Dr. Eric McDonald, jefe de la Subdivisión de Servicios de Epidemiología e Inmunización del condado.
Ampliamente distribuida entre la población sin hogar de la región, esa no ha sido necesariamente la característica demográfica clave de los últimos casos de hepatitis A relacionados con el brote. McDonald dijo que tres de los cuatro casos eran usuarios de drogas, pero solo uno de ellos estaba sin hogar. El cuarto era un miembro de la familia de una persona que ya se sabía que tenía una infección activa de hepatitis A.
“Se le aconsejó al individuo que se vacunara para prevenir la enfermedad, pero decidió no hacerlo. La mayoría de las personas se vacunan rápidamente cuando lo aconsejamos “, dijo McDonald.
Agregó que dos de los cuatro casos se dividieron en partes iguales entre el norte de la costa y el interior del país, pero los códigos postales donde ocurrieron cada caso no estaban disponibles de inmediato.
Hasta la fecha, el brote ha generado 582 casos. La infección hepática viral ha hospitalizado a casi 400 personas desde noviembre de 2016 y ha matado a 20. La hepatitis A, que se transmite por contaminación fecal, no suele ser mortal a menos que el paciente tenga otras enfermedades concurrentes como deficiencias del sistema inmunitario u otras enfermedades hepáticas, incluyendo hepatitis B y hepatitis C.
Desesperados por terminar con la rápida propagación del brote, los funcionarios del Condado de San Diego declararon una emergencia de salud local el 1 de septiembre de 2017, cancelando la directiva el 23 de enero una vez que parecía que la crisis estaba bajo control.
McDonald dijo que los esfuerzos de extensión continúan en el norte de la costa y en el interior del condado con equipos de vacunación que trabajan para entregar dosis a los residentes sin hogar. También se les pide a los refugios y centros de tratamiento de abuso de sustancias que se aseguren de que sus clientes hayan sido vacunados.
Oceanside informó que continuará manteniendo cuatro estaciones de lavado de manos en la comunidad hasta el 1 de marzo. La ciudad también continúa limpiando sus instalaciones públicas, incluidos los parques y los baños públicos, con una solución diluida de lejía recomendada por el departamento de salud.
La Ciudad de Encinitas continúa manteniendo varios baños portátiles en lugares públicos, incluido el estacionamiento inferior del Encinitas City Hall, el Encinitas Community and Senior Center, Moonlight Beach, Swami’s Beach, Beacon’s Beach y cerca del Leucadia Roadside Park.
La Ciudad de Escondido nunca instaló estaciones de lavado de manos o baños públicos durante el brote, pero Interfaith Community Services, que tiene su sede en la ciudad y atiende a muchas personas sin hogar en el interior del norte del Condado, ofrece servicios de saneamiento en todas sus instalaciones.
El condado tiene 10 estaciones de lavado de manos en diferentes ubicaciones del norte del condado y continuará su mantenimiento hasta fines de marzo, según el vocero del condado, Craig Sturak. Hubo 250 eventos de vacunación en North County desde el 1 de diciembre de 2017 hasta el 22 de febrero, con 31 más programados hasta el 31 de marzo, agregó Sturak en un correo electrónico.
Greg Anglea, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro, dijo que acababa de asistir a un evento de vacunación en el sitio de Interfaith en Escondido el jueves.
“Hemos recibido una gran cantidad de personas y hemos recibido la segunda vacuna contra la hepatitis A”, dijo Anglea.
Dijo que su organización sigue enfocada en el panorama general.
“La razón por la cual esta propagación es tan virulenta es debido a las condiciones en las que las personas sin hogar tienen que vivir, y esas son tan inaceptables hoy como lo eran antes del brote”, dijo.
Un esfuerzo continuo de recaudación de fondos con el objetivo de ayudar a que 1,000 personas salgan de las calles de manera permanente ha superado a 450 personas siete meses después de que comenzara