Si un niño se cansa muy rápido al leer, se acerca demasiado al televisor, la computadora o los objetos para distinguirlos bien y se queja de frecuentes dolores de cabeza, es probable que tenga algún padecimiento ocular que requiere atención médica para prevenir secuelas, advirtió el doctor José Luis García Arcadia, director del Hospital General Subzona (HGSZ) número 6 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tecate.
El especialista detalló que la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, están relacionados con factores hereditarios y para que un infante vea correctamente, su retina debe recibir imágenes nítidas de los objetos del mundo exterior. Si hay un problema de refracción, esas imágenes estarán fuera de foco y la visión será borrosa, refirió.
García Arcadia destacó la importancia de detectar con oportunidad estos problemas de visión que se manifiestan entre los 2 y 12 años de edad. Se estima que de 15 al 20 por ciento de los menores de 14 años, presentan alguno de estos problemas, pero no son capaces de distinguirlos, de ahí la importancia de una valoración profesional.
En ocasiones, el trastorno es en un solo ojo, lo que puede condicionar que no desarrolle suficiente agudeza, dando lugar a la ambliopía, popularmente conocida como ojo flojo, que de no corregirse a tiempo, puede dar paso al daño incorregible.
Otro de los problemas que destaca, es la conjuntivitis, padecimiento muy frecuente entre los niños debido a la contaminación del medio ambiente o por alergias. Se enrojecen los ojos, les lloran y los pequeños continuamente se los tallan.
Por ello, subrayó, durante los primeros 4 años de vida del menor, el pedíatra debe revisar la vista por lo menos una vez al año. Posteriormente, es recomendable realizarla antes de iniciar el año escolar.
Para prevenir estos padecimientos, sugirió atender a tiempo cualquier problema relacionado con los ojos, ya que pueden superarse con diagnóstico y tratamiento oportunos, como la prescripción de anteojos con una adecuada graduación.
De no hacerlo, las consecuencias serán mayores, ya que además de afectar severamente el rendimiento del niño en la escuela, en caso de progresar el se corre el riesgo de pérdida parcial o total de la vista en uno o ambos ojos.
Además, un niño que no ve bien y no es atendido a tiempo, tendrá dificultades para su desenvolvimiento social adecuado; se volverá introvertido, irritable y enfrentará limitaciones para su correcto desarrollo emocional.
Finalmente, el titular del HGSZ número 6 reiteró que es muy importante que el niño sea evaluado oportunamente, dado que por el crecimiento corporal, se pueden manifestar alteraciones como la miopía y el astigmatismo.