Al momento de perder peso nuestra dieta es lo primero que solemos modificar incluyendo en ella alimentos que consideramos más sanos y reduciendo al mismo tiempo lo insanos. Sin embargo, con frecuencia podemos confundirnos al clasificar como sano o no por eso te mostramos siete productos que parecen saludables pero que pueden boicotear tu dieta para bajar de peso.
1- Refrescos light.
Si eres un habitual consumidor de refrescos azucarados de seguro has optado por su versión light o sin azúcar al momento de adelgazar. Sin embargo, aunque los refrescos light no poseen azúcares en su interior (la mayoría de ellos), son igualmente perjudiciales para la salud y también para perder peso de forma efectiva.
Una mejor opción son infusiones naturales (sin endulzar), aguas saborizadas caseras con hierbas frescas o frutas enteras, u otras alternativas que poseen sabor pero están libres de sustancias adictivas y perjudiciales para la salud.
2- Yogur desnatados de sabores.
El yogur desnatados por tener menos grasas y calorías que su versión tradicional son escogidos con frecuencia al momento de perder peso. Sin embargo, aquellos que poseen sabores no son la mejor alternativa de todas.
Las alternativas sin azúcar añadido y naturales siempre serán mejor opción.
3- Jamón de pechuga de pavo baja en grasa
La pechuga de pavo es una de las mejores fuentes de proteínas magras para nuestro organismo, pero la versión procesada o el jamón de pechuga de pavo no es igual en absoluto.
Tal es así que aun las opciones “bajas en grasa” contienen azúcares añadidos entre sus ingredientes y exageradas cantidades sal como podemos ver por ejemplo en el producto de Campofrío.
Como si fuera poco, poseen potenciadores del sabor como son los derivados del glutamato monosódico que puede resultar adictivo y que además, se ha vinculado a un aumento del apetito. Por lo tanto, el jamón de pechuga de pavo, aun el bajo en grasa, no es buena alternativa al momento de adelgazar sino que en reemplazo mejor acudir a pechugas de pavo o pollo frescas y hervidas para cortar en lonchas y sumar a nuestros platos.
4- Cereales fitness o granola
Entre todos los cereales de desayuno comerciales que tenemos a nuestra disposición, encontramos aquellos con palabras como “fitness”, “balance”, “equilibrio” u otras que nos forman una idea de producto sano, equilibrado y apto para incluir en una dieta para perder peso.
Sin embargo, no son más que ultraprocesados con un perfil nutricional diferente, muchas veces con más fibra y menos grasas, pero igualmente colmados de azúcares libres que en nada favorecen el adelgazamiento y que por muchas razones deberíamos evitar en nuestra alimentación habitual si buscamos cuidar la salud.
5- Ensaladas de fast food
Si vamos a un comercio de comida rápida y estamos intentando perder peso, de seguro optaremos por las ensaladas que allí se comercializan. Sin embargo, las mismas pueden resultar mucho más calóricas de lo que pensamos, incluso es posible que tengan más calorías que unas patatas fritas.
Lo mejor en su reemplazo serán ensaladas caseras, hechas en casa y aptas para trasladar en un tupper a cualquier lado.
6- Galletas ricas en fibra, light o enriquecidas
Más allá de que encontramos variedad de galletas a nuestra disposición, todas constituyen un ultra procesado y bollería industrial, siendo por eso una opción cuya calidad deja mucho que desear.
Pueden contener muchos azúcares añadidos y harinas refinadas o poseer grasas de mala calidad como pueden ser grasas trans y aceite de palma que deberíamos evitar si deseamos cuidar la salud mientras perdemos peso.
7- Miel o almibar
El azúcar de mesa es uno de los alimentos que solemos reducir o evitar cuando buscamos bajar de peso. Sin embargo, en su reemplazo es frecuente el uso de miel o almíbar bajo la creencia de que por ser natural es mejor o más sano.
Aunque es verdad que estas alternativas no son sólo calorías sino que pueden tener vitaminas y minerales beneficiosos para el organismo, tanto la miel como el almíbar vegetales son azúcares libres que deberíamos evitar en nuestra dieta.
Por ello, lo mejor es endulzar con alimentos enteros (plátanos, dátiles o similares) o bien, optar por endulzantes naturales pero sin glucosa ni fructosa.