Considerado el más común entre hombres mayores de 50 años, el cáncer de próstata es un padecimiento que afecta la glándula que se encarga de producir semen (líquido que nutre y transporta espermatozoides) y como todos los padecimientos de este tipo, es totalmente curable si se detecta en etapa inicial.
Con esta precisión el doctor Ismael González, médico radio-oncólogo del Hospital General Regional (HGR) número 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, explicó que este padecimiento representa la principal la principal causa de muerte por cáncer en hombres mayores de 60 años en el país y ocupa el tercer lugar de mortalidad por tumores malignos con alrededor de 1 mil 300 fallecimientos al año tan sólo en derechohabientes del IMSS.
El doctor Ismael González explicó que los principales síntomas se manifiestan con malestar en el área pélvica; urgencia, dificultad y dolor para orinar; flujo urinario débil o goteo, sensación constante de tener que orinar y necesidad frecuente de hacerlo por la noche. Sangre en la orina, eyaculaciones dolorosas, dolor en la parte inferior de la espalda, caderas y muslos, pérdida de apetito y peso; así como dolor en los huesos.
El especialista del IMSS informó que los pacientes con este padecimiento son atendidos con tratamientos que contemplan radiación, terapia hormonal, cirugía y quimioterapia.
Algunos de los efectos secundarios de son ausencia de control de la vejiga, disfunción eréctil y en algunos casos, impotencia. Un tratamiento exitoso es más difícil de lograr si el cáncer se ha extendido hacia otras áreas, advirtió.
Para la prevención del cáncer de próstata se debe considerar una dieta balanceada, seguir un régimen físico, informarse respecto a medicamentos que pudieran atrasar el desarrollo de la enfermedad y realizarse exámenes periódicos, ya que en un principio no manifiesta síntomas.
Por ello se recomienda a todos los derechohabientes mayores de 40 años a acudir a su Unidad de Medicina Familiar a examinarse o bien en cuanto se presente algún síntoma, con el fin de reducir su severidad y otras complicaciones graves como obstrucción de la vía urinaria que ocasiona daño a los riñones, provocando insuficiencia renal, así como la metástasis ósea temprana.