Un estudio experimental ha mostrado que una dosis única de ketamina, un tipo de anestésico, puede ayudar a los alcohólicos a reducir hasta la mitad su consumo de alcohol a corto y largo plazo.
La investigación experimental se centró en el estudio de aquellas personas que desarrollan adicción a sustancias nocivas porque éstas afectan el sistema de aprendizaje de recompensa de su cerebro.
El sistema de recompensa cerebral provoca que una persona asocie ciertos “disparadores” ambientales con el alcohol, por lo que al estar en contacto con algún tipo de detonante asociado, la persona suele sentir la necesidad de consumir la sustancia nociva.
Para la investigación participaron 90 voluntarios, que no habían sido diagnosticados previamente con trastorno por consumo de alcohol, pero que en promedio bebían alrededor de 15 litros de cerveza por semana, lo que representa cinco veces más del límite recomendado de alcohol por semana.
En previas investigaciones se ha demostrado que la ketamina puede alterar los recuerdos, por lo que este estudio se centró en descubrir si el consumo de esta sustancia podría afectar los recuerdos que llevan a personas bebedoras a consumir alcohol.
Se les administró a los participantes un vaso de cerveza a cada uno, pero con la condición de que no podían beberlo hasta completar una tarea. Dicha tarea consistía en mirar imágenes de cerveza mientras calificaban su impulso de beberla y el placer que esperaban sentir al consumirla.
En los siguientes días del estudio se dividió a los participantes en tres grupos. El primer grupo recibió una dosis intravenosa de ketamina y se les solicitó realizar la misma tarea sin recibir un vaso de cerveza al terminarla.
Los otros dos grupos realizaron la tarea y recibieron una cerveza al terminarla, con la diferencia de que a la mitad de ellos se les administró una dosis de ketamina y a la otra mitad un placebo.
Los resultados de los siguientes 10 días demostraron que aquellos que completaron la tarea y recibieron una dosis de ketamina “mostraron reducciones significativas en su impulso de beber, tomar menos alcohol y tomar menos días que los otros participantes en el estudio”.
Los resultados a largo plazo con nueve meses de seguimiento demostraron que en general todos los participantes consumieron menos alcohol, pero aquellos que recibieron la dosis única de ketamina redujeron su consumo de alcohol a la mitad, un resultado estadísticamente significativo.
Los investigadores del estudio esperan que con más investigación la administración de ketamina pueda convertirse en un tratamiento efectivo en el combate del trastorno por consumo de alcohol y otras adicciones.
Por: El Botiquín.