Extirparse las amígdalas en la niñez supuestamente acaba con los dolores de oído y los problemas de respiración crónicos. ¿Pero y si también aumenta el riesgo de infecciones respiratorias?
“Encontramos que los riesgos de enfermedades a largo plazo, en particular de enfermedades respiratorias, alérgicas e infecciosas, aumentaron de forma sustancial tras la cirugía hasta los 30 años de edad”, apuntó Sean Byars, investigador principal del nuevo estudio.
Esas enfermedades infecciosas incluyen al asma y a la neumonía, dijeron los autores del estudio.
Dadas esas mayores probabilidades de ciertas enfermedades, es prudente pensar en la salud a largo plazo antes de extirpar las amígdalas y las adenoidesde un niño, concluyeron los investigadores.
“Nuestro estudio tiende a sugerir que, cuando sea posible, tal vez sea mejor para la salud a largo plazo evitar esas cirugías en la niñez”, comentó Byars, investigador en la Universidad de Melbourne, en Australia.