
Insomnio se define como tener problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido tres noches o más por semana, durante al menos tres meses.
A fin de afrontar el insomnio, es importante descartar otros problemas médicos que pueden provocarlo. Por ejemplo, el síndrome de las piernas inquietas y la apnea del sueño son dos problemas comunes que pueden derivar en insomnio.
Algunos medicamentos también pueden causar problemas para dormir. Visite a su médico para revisar todos sus medicamentos e investigar si alguna enfermedad está contribuyendo a su falta de sueño.
Si la evaluación no revela ninguna causa escondida para su insomnio, entonces modificar un poco su comportamiento podría ayudarle. Esos cambios hacen que el cerebro asocie a la cama y a la noche con dormir.
Primero, establezca una rutina para acostarse: por ejemplo, alrededor de 30 a 60 minutos antes de acostarse, baje la intensidad de las luces. Apague el televisor y demás dispositivos electrónicos, indica Informe21.
Segundo, reduzca el tiempo que pasa despierto/a en la cama: si se acuesta y no puede conciliar el sueño en cuestión de 15 o 20 minutos, levántese y vaya a otro cuarto. Mantenga el entorno en silencio y con luz baja.
Por último, no confíe en que los medicamentos para dormir le curarán el insomnio: los medicamentos para dormir, tanto recetados como de venta libre, son solamente para consumo ocasional y a corto plazo, por lo general, durante máximo 4 o 5 semanas. Tomar esos medicamentos durante períodos más largos puede contribuir a problemas con el sueño y menor calidad del mismo.
Si continúa con insomnio después de varias semanas de aplicar estos cambios en su comportamiento, hable con su médico o considere consultar a un especialista en trastornos del sueño.