En Monterrey, Nuevo León se presentó un caso muy desagradable, ya que una pareja gay y un amigo de ellos fueron corridos del restaurante “Pozole y Tacos Regios“, por entrar a la negociación tomadas de la mano.
El propietario del restaurante que se identificó como Pedro les pidió se retiraran del lugar, por lo que ellos se fueron y regresaron acompañados de un oficial de la policía para que se les otorgara una explicación.
El presunto dueño dijo que “por andar puteando, de la manita no les puede atender”, otro trabajador del lugar sale a hablar con los jóvenes y les dice a la pareja que él lo entiende, pero que se trata de un restaurante familiar.
Minutos después el presunto dueño sale del lugar para pedirle a los hombres se retiren del lugar y que no les permitirá nunca ingresar a su restaurante.
Luis Manuel Guerrero Cruz | Veraz Informa
Con información de El Universal.