Como cada año, los albañiles festejan el 3 de mayo la conmemoración de los que se dedican a urbanizar las ciudades, pero esta celebración también va ligada con una fecha religiosa. ¿Por qué?
La fiesta de la Santa Cruz se refiere al día en que la emperatriz Helena de Constantinopla, supuestamente encontró la cruz en la que murió Jesucristo en el Monte Calvario. Se estableció en el calendario católico en el año 326 D.C.
Cuenta la leyenda que la emperatriz, convertida al cristianismo cuando su hijo Constantino gobernaba, viajó hasta Jerusalén en busca de la cruz, cuando mandó cavar la zona del Monte Calvario encontró tres cruces, aunque otras fuentes indican que solo eran pedazos de madera vieja.
Tras haber resucitado, según ella, a un muerto al acercarle la cruz, realizó un desfile por todo Jerusalén para que apreciaran la reliquia milagrosa lo que le valió una canonización a la emperatriz después de su muerte.
Esa fecha era el 3 de mayo y es cuando se conmemora el día de la Santa Cruz.
El significado de esto para los trabajadores de la construcción se ubica en la época de la Conquista. Tras le evangelización, la costumbre agrícola de de hacer sacrificios para una buena cosecha, se transformó en empezar a adorar a la Santa Cruz.
Muchas personas que vivían en el campo, se mudaron a las ciudades para trabajar en la construcción, por lo que conservaron algunas tradiciones solo que cambiando el propósito de sus plegarias, En vez de rezar por una buena cosecha, se encomendaban para evitar caídas.
Por eso es que podemos ver en las obras una cruz decorada con flores, listones o papeles de colores.