De los millones de sonidos y voces que caracterizan a la Ciudad de México hay tres que son totalmente inconfundibles y cada uno de los millones de chilangos conoce: la que anuncia los tamales oaxaqueños, la que busca estufas, lavadoras o fierro viejo que venda y, por supuesto, la de la alerta sísmica.
Ese anuncio, que le ha quitado el sueño a muchos y que avisa de un temblor en la ciudad, no es nuevo, pues se grabó en 1993 con la peculiar voz de Manuel de la Llata García, actor de doblaje y locutor, según un reportaje de The New York Times.
El actor, quien murió a los 72 años el 14 de junio de 2016 a causa de una embolia cerebral, también prestó su voz para el doblaje de icónicos personajes como Superman, en 1978; Han Solo, en la primera película de Star Wars, y el jefe de Los Ángeles de Charlie, en la serie televisiva de los 70.
El inicio de la alerta sísmica
Tras el terremoto de 1985, especialistas y autoridades formaron la asociación civil Centro de Instrumentación y Registro Sísmico que ayudaría a crear la infraestructura y tecnología necesaria para detectar y alertar de futuros sismos.
Una de las medidas fue crear una alerta sísmica que se reproduciría en las estaciones de radio ante la amenaza de un temblor, pues en ese entonces todavía no había altavoces.
Fue ahí cuando se le pidió a Manuel de la Llata, en ese entonces locutor institucional de la Asociación de Radio del Valle de México, quegrabara la alerta.
“No hubo casting, fue decisión directa. Lo que querían era un sonido que no fuera de catálogo, que fuera original y difícilmente reproducible”, dijo Carlos García, gerente actual de la asociación, al diario The New York Times.
El héroe que prefirió el anonimato
De acuerdo con la investigación del diario estadunidense, a De la Llata no le gustaba ser una figura pública, por lo que conocer sobre su historia o trabajo suele ser una labor titánica.
Hace dos años murió en Querétaro, lejos del bullicio citadino y de los fanáticos que lo buscaban por sus papeles.
Y ya no pudo ser testigo del poder que tiene su voz en chilangos para despertar en nosotros el temor y ansiedad que da el saber que en unos cuantos segundos, el suelo se moverá y con él, nuestros recuerdos del pasado 19 de septiembre.