Desde 2015 y hasta la fecha, se tiene documentado que en los hospitales públicos y privados de Sonora han vendido a más de 250 bebés recién nacidos, de acuerdo a las denuncias de sus padres.
Los robos de los niños al nacer también forman parte de la Fundación Find Niños Robados y Desaparecidos en el estado, que celebra las investigaciones de las autoridades para esclarecer los casos, pero critican que el tema lo quieren mantener con bajo perfil.
Raúl González de la Vega, titular del organismo, abundó al portal La Silla Rota que la Fiscalía General de Justicia está en alerta, junto con la Procuraduría General de la República (PGR).
A la PGR es a quien han requerido un informe sobre las personas detenidas por este delito o si han logrado presentarlas ante un juez. Para el activista, el robo infantil es de gran impacto en la sociedad.
Una primera medida que propone la fundación para encontrar a los pequeños, en caso de que fueran robados, es que tomen las huellas dactilares a las madres que darán a luz, así como de inmediato al bebé después de nacer.
Este problema se hizo público hace dos años, cuando las denuncias por venta de niños sustraídos del Hospital Infantil a manos de personal de la Procuraduría del DIF, ya no pudieron esconderse.
Antes de que se hiciera mediático el tema, la Fundación ya daba seguimiento a los casos desde tiempo atrás, asignándoles a cada uno un expediente detallado dentro de un proceso al que dan seguimiento, aunque lamentan que el proceso es lento.
A su vez, tuvieron acceso a algunas excepciones sobre el robo de bebés recién nacidos, ya que fueron las madres quienes regalaron o vendieron a sus hijos. Todas ellas eran jornaleras sin recursos económicos para mantenerlos.
Como organización esperan que con la cloaca destapada, los gobiernos se comprometan a implementar mejores políticas públicas que prevengan estos delitos, en conjunto con su labor social.
El tema infantil es muy sensible en la entidad. El pasado 5 de junio se conmemoraron ocho años del incendio en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, donde murieron 49 niños y otros más sufrieron severas quemaduras.
Año con año, los padres de los bebés muertos realizan manifestaciones en todo el país. La última ocurrió en la Ciudad de México, donde instalaron un antimonumento frente a las oficinas centrales del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS).
Con información de Alfredo Álvarez