Anuncios espectaculares, letreros, cables conductores de corriente eléctrica −algunos de alta tensión−, árboles, postes de alumbrado público y algunos transformadores, cedieron ante la fuerza del viento que azota a la ciudad desde el anochecer de ayer.
La Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) informó que por fortuna no hubo desgracias personales, y las áreas que sufrieron mayores daños fueron Zona Centro, La Mesa, La Presa Rural, Playas de Tijuana y Sánchez Taboada.
En Mesa de Otay y San Antonio de los Buenos fueron leves, y menores aún en Centenario, Los Pinos, La Presa y Cerro Colorado, donde el mayor problema lo representaron algunos encharcamientos.
Personal de la Dirección General de Policía y Tránsito así como de la Dirección de Bomberos trabajó sin descanso desde aproximadamente las 18:00 horas del Domingo, cuando comenzaron a presentarse perjuicios causados por las ráfagas de viento acompañadas de lluvia intermitente.
En algunos casos para auxiliar a personas directamente afectadas por el fenómeno meteorológico, y en otros para reportar anuncios, cables, marquesinas y postes caídos o en riesgo inminente de venirse abajo con peligro para la vida de vecinos y transeúntes.
Asimismo apoyaron a cuadrillas de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para facilitarles el acceso a sitios donde el vendaval había derribado postes, transformadores y cables con energía, en algunos casos de alta tensión, que provocaron apagones parciales pero podían causar daños aún mayores.
En las áreas donde se interrumpió el suministro eléctrico las patrullas realizaron recorridos con las torretas encendidas hasta que el problema quedó resuelto.
La Sección Hechos de Tránsito reportó hasta el mediodía de hoy 17 accidentes –incluido un atropellamiento−, 3 de ellos atribuibles al mal tiempo y 14 a los conductores, en los cuales hubo 4 lesionados.
La Dirección de Bomberos, de la SSPM, sugiere a la población abstenerse de encender fogatas, ya que por el viento es fácil que salgan de control.
También recomienda vigilar las tomas de corriente eléctrica clandestinas conocidas como “diablitos”, porque al chocar los cables con la fuerza del aire pueden provocar chispazos generadores de incendios o quemar a algún transeúnte.
