En días pasados cumplieron 15 años en que el Gobierno del Estado inició la transformación del Sistema Penitenciario a través de la destrucción de la cárcel conocida como “El Pueblito”, donde hoy se encuentra el Centro de Reinserción Social de Tijuana.
La fecha fue el 20 de agosto de 2002 cuando las autoridades planearon la destrucción ya que se contaba con un plan de un nuevo modelo penitenciario, lo cual ha permitido que década y media después se cuente con espacios dignos de reclusión certificados internacionalmente y con efectivos programas de reinserción social.
En aquellos años se inició el traslado de internos de “El Pueblito”, al recién construido Penal de El Hongo ubicado en el municipio de Tecate, donde actualmente forma parte del Complejo Penitenciario que también alberga a los Centros Hongo II y Hongo III, este último de máxima seguridad y puesto en operación recientemente.
Hace 15 años en “El Pueblito” existía autogobierno y una sobrepoblación superior al 150%, hoy en día se han construido nuevos espacios, adquirido tecnología de punta como inhibidores de señal telefónica, aduanas inteligentes, además de un Modelo Estratégico de Reinserción Social que ha sido adoptado por varias entidades del país.
El traslado de reos a centros federales y la adecuada clasificación criminológica de los internos en los diversos penales permitió que la sobrepoblación disminuyera drásticamente y con ello los internos han tenido un mejor proceso en su tratamiento de reinserción social el cual abarca diversos aspectos como fomento laboral, psicológico y familiar.
Actualmente con base a los resultados emitidos por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), mediante el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016, el Sistema Penitenciario de Baja California logró una calificación de 10 en las condiciones de gobernabilidad; en tanto, en el sumario de incidentes y quejas en centros penitenciarios del país, aparece como una de las entidades mejor calificadas y con menor número de incidentes.
Asimismo el Sistema Penitenciario cuenta con reconocimientos como la Acreditación de Correccionales de América para el penal de El Hongo II y el Centro de Tratamiento para Adolescentes de Mexicali, también el Distintivo “H” por el adecuado uso de insumos alimenticios y cocina de los penales, así como la certificación ISO:9001/2008 en calidad de servicios y Espacios 100% Libres de Humo.
En Baja California se ha trabajado de manera coordinada con asociaciones civiles y educativas para contar con un moderno sistema penitenciario, que cumpla con los mandatos de la Constitución, se ajuste a los estándares internacionales y realice sus tareas con legalidad, profesionalismo y justicia.