Pederasta es el presunto responsable de la desaparición del niño Alexander en Mexicali
Familiares del niño Isaú Alexander, de 9 años, identificaron al hombre que presuntamente se lo habría llevado como un sujeto que purgó condena por pederastia, quien usaba el nombre de Luis Alvarado, de 50 años, pero que en realidad se llama Luis Alberto “N”.
Si es la persona que creen que es, dicho sujeto estuvo en la cárcel por haber abusado sexualmente de un menor de edad en el 2005 y se llama Luis Alberto Aguirre Castellanos, alias “El Poblano”.
David Lozano, de la Procuraduría General de Justicia del Estado, en rueda de prensa dio a conocer los detalles acerca de la investigación y que se activó el protocolo de la Alerta Amber debido a que corre peligro la vida del menor, sin adentrarse mucho en detalles. Confirmó que se tiene un sospechoso, pero no abundó acerca de ello.
Por parte de los familiares consiguieron una foto del presunto sustractor del menor de un recorte de periódico de La Voz de la Frontera en el que se da cuenta de que en el 2005 un sujeto de nombre Luis Alberto Aguirre Castellanos, alias “El Poblano”, fue procesado por haber abusado sexualmente de un chico de 11 años.
Vecinos del niño indicaron que el hombre era una persona extraña que se dedicaba a desbaratar carros fuera de uso y que era frecuente que jovencitos menores de edad lo ayudaran en sus labores, por lo que les pagaba. En el caso de Isaú Alexander le hacía regalos, le compraba comida y lo enseñó a andar en moto no obstante a su corta edad y le dejaba como propia una motoneta.
El caso del abuso contra el puberto ocurrió en marzo del 2005, cuando el agresor operaba una yonke en la colonia Nacionalista y se ganó la confianza del padre de su víctima, quien lo consideraba amigo.
Alvarado y/o Luis Alberto trae un pick up Chevrolet S10 blanco, doble cabina y con placas de California, por lo que en caso de ser visto favor de llamar a las autoridades al 089 de manera anónima o al 911 de emergencia.
La madre tiene el temor de que el niño sufra algún daño físico.
Fuente: La Voz de la Frontera