Una vez más la Policía Municipal mostró que llueva o truene, con frío o con calor, en cualquier época del año y en cualquier situación de riesgo, siempre está próxima y atenta para auxiliar a la comunidad.
Y los tijuanenses volvieron a comprobar que cuentan con una Policía de servicio, en algunos percances que se suscitaron como consecuencia de la tormenta que azota a la región desde el pasado fin de semana.
Automovilistas cuyo vehículo sufrió alguna avería, como estallido de un neumático, falta de energía eléctrica, carencia de gasolina o sobrecalentamiento del motor, recibieron apoyo de oficiales de la Policía Municipal asignados a los diferentes distritos, grupos y secciones, en toda la ciudad.
Quizá uno de los casos más emotivos fue el de una niña puntualmente dejada por su papá en la escuela primaria.
Minutos después de que el señor se retiró las clases fueron suspendidas y los pequeños, devueltos.
Unos oficiales de la Policía Municipal la ayudaron a volver a casa en una patrulla y la entregaron a su emocionada y agradecida mamá.
Otro asunto igualmente destacado es el de una mujer y su pequeño hijo, quienes quedaron atrapados en un encharcamiento y fueron rescatados por policías municipales, que a bordo del vehículo oficial los trasladaron a un lugar seguro.
Ejemplos como estos generan mayor confianza y simpatía de la sociedad hacia su corporación, que a diario se esfuerza por ser la mejor Policía Municipal del país.
