A nivel estatal, Mexicali concentra la mayor incidencia de obesidad no solo en adultos, sino también niños y especialmente en adolescentes.
La más reciente Encuesta Nacional en Salud y Nutrición (Ensanut) reveló que 3 de cada 10 menores de edad tienen obesidad, la cifra mantiene desde hace años a Baja California en el primer sitio a nivel nacional.
Para Carolina Rubio Huerta, responsable del Programa de Salud en Niños y Adolescentes dentro de la Jurisdicción de Servicios de Salud en Mexicali, esta situación está ligada a la mala alimentación y al sedentarismo que hoy prevele en la población joven.
“Los jóvenes están consumiendo más carbohidratos y mucho menos fibra además del sedentarismo porque ya no hacen actividad física, antes salían a jugar o hacer deporte, hoy son minoría los que se activan porque la gran parte está haciendo algo monótono con juegos de video o computadoras que evitan la quema de calorías”.
A estas alturas la obesidad en los adolescentes ya está provocando enfermedades que hasta hace unos años eran exclusivas de los adultos, tales como la diabetes, hipertensión y colesterol, por cierto, las que más costo generan en las instituciones de salud pública dada su alta incidencia y consecuencias.
“Ya tenemos niños y adolescentes de 10, 12 y 14 años con problemas de diabetes no juvenil, sino tipo dos por obesidad, incluso tenemos niños de 6 y 7 años con obesidad extrema y marcas en el cuello que indican resistencia a la insulina”.
En casos aún más extremos, indicó Rubio Huerta, hay infartos cardíacos en niños a consecuencia de los malos hábitos.
Por grave que parezca, el problema de la obesidad en la población adolescente e infantil puede revertirse con un cambio de hábitos y reducción de peso.
La responsable del Programa de Salud en Niños y Adolescentes explicó que en ellos es posible eliminar los altos índices de glucosa y presión arterial a comparación de los pacientes adultos.
“En un niño la diabetes se puede incluso quitar o revertir para que aparezca hasta la edad adulta nuevamente, además en ellos es más fácil la pérdida de peso porque están en desarrollo y crecimiento”.
Rubio Huerta precisó que en los jóvenes la alimentación ideal consiste en tres comidas al día y dos colaciones para evitar períodos de ayuno prolongados, de lo contrario se favorece la acumulación de grasa como reserva.
Es necesario también tomar de 1 a 2 litros de agua al día, reducir el consumo de azúcares y carbohidratos y hacer ejercicio.
Por: La Voz de la Frontera.