Los ciudadanos de muchos países del mundo están hartos de sus gobernantes. Ya no toleran la corrupción, los gobiernos hinchados de funcionarios ineptos que despilfarran, el partidismo como doctrina y la concentración de la riqueza en la cúpula que ocupan los privilegiados. El efecto de los malos gobiernos, aunado a las consecuencias de la globalización […]