Estados Unidos deportó a Pascual Castro, el padre de Antony, el niño torturado en la delegación Gustavo A. Madero.
Pascual Castro se encontraba de manera ilegal en Estados Unidos y trabajaba en San Diego, California.
Las autoridades norteamericanas lo capturaron y lo enviaron a México por la garita El Chaparral, Tijuana, Baja California.
Versiones extraoficiales indican que las autoridades mexicanas le ofrecieron el apoyo del programa Somos Mexicanos, pero Pascual Castro no lo aceptó y pidió que lo inscribieran en el Seguro Popular.
Pascual Castro rechazó ayuda gubernamental para regresar al Estado de México, de donde es originario.