La institución detalló que la pequeña nació por cesárea a las 36 semanas de gestación, luego de que se identificara el problema por ultrasonido, por lo que se decidió someterla a dos cirugías.
Una niña de cinco meses de edad se recupera tras haber sido intervenida por médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), luego de que naciera con intestinos, estómago, vejiga y otros tejidos fuera de la cavidad abdominal, un problema conocido como gastrosquisis.
A través de un comunicado, la institución detalló que la pequeña nació por cesárea a las 36 semanas de gestación, luego de que se identificara el problema por ultrasonido, por lo que se decidió someterla a dos cirugías.
La primera intervención tuvo lugar en Cuidados Intensivos Neonatales de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) en Yucatán, donde se le colocó una cubierta y una semana después, se realizó una segunda cirugía para juntar los músculos del abdomen y el cierre del mismo.
El IMSS precisó que las intervenciones en bebés tienen mayor riesgo, pues sus tejidos son más delgados y frágiles que los de un adulto.
“Sin embargo, en la UMAE del Seguro Social contamos con un equipo multidisciplinario experto en cuidado neonatal y en cirugías de este tipo, además de la instrumentación que es especializada para bebés”, puntualizó el doctor y jefe de la División de Pediatría y de Neonatología, Juan Buenaventura Xequé Alamilla.
Junto a la también jefa de ese departamento, Alejandra Guadalupe Alcocer Aguilar, los especialistas aseguraron que la niña de cinco meses de edad podrá tener una vida sin mayores complicaciones, con los cuidados y seguimiento adecuados.
Explicaron que la gastrosquisis es un defecto de nacimiento que se presenta cuando los músculos de la pared abdominal del bebé no se forman correctamente al inicio de la gestación, lo que provoca que los órganos se salgan del cuerpo a través de un orificio al lado del ombligo.
Si la enfermedad se detecta a tiempo y se brinda el tratamiento adecuado, los pacientes pueden tener una recuperación y desarrollo normales y llegan a tener una vida sin mayores consecuencias.
En la mayoría de los casos, este tipo de defectos al nacer se dan con mayor frecuencia por parte de madres jóvenes y adolescentes que tienen antecedentes de consumo de tabaco, alcohol, drogas o problemas que ocasionan embarazos de alto riesgo.
Fuente: Crónica