La Secretaría de Salud, a través del Hospital “Dr. Gustavo A. Rovirosa Pérez”, exhortó a los padres de familia a que no les compren a sus hijos ningún tipo de pirotecnia, incluyendo las “chispitas”, toda vez que pueden provocar desde quemaduras muy graves hasta discapacidad.
Ante el inicio de las festividades decembrinas, el director del nosocomio, Francisco Gutiérrez Moreno, explicó que la pólvora de los juegos pirotécnicos es un peligro, ya que éstos no tienen la capacidad física ni intelectual para comprender lo que una errónea manipulación de este material les puede causar:
Por ser el Hospital Rovirosa sede de la atención de urgencias, se brinda servicio a pacientes que llegan con lesiones muy graves, que van desde quemaduras hasta amputación de algún miembro y afecciones en el sentido de la vista, esto debido a que muchos papás compran a los niños los petardos y se los dan para que los quemen sin medir los riesgos que esto conlleva:
Gutiérrez Moreno dijo que en algunas ocasiones tuvieron a niños que sufrieron quemaduras de hasta el 75 por ciento de su cuerpo, por el manejo de las “chispitas”, toda vez que los niños acostumbran a guardarlas en la bolsa del pantalón o del vestido de las niñas y al entrar en fricción se encienden.
Mencionó que el uso de estos explosivos pone en peligro la vida de los menores, que incluso fueron enviados a Galveston, Texas, en Estados Unidos, para su atención especializada:
Exhortó a no cubrir los petardos con botes o latas, y en el caso de los que no causaron explosión, dejar pasar 20 minutos, posteriormente recogerlos y meterlos a un recipiente con agua, tratando siempre de mantener alejados a los niños.